Y no es tanto así como una prohibición esto que sucede en el pueblo de Greystone, al sur de Irlanda. Más bien es una idea surgida en una escuela sobre el uso de celular, la cual fue bien recibida, tanto que se ha vuelto una “nueva normalidad”.
Inspirada en el proverbio “hace falta un pueblo para educar a un niño”, la directora de la escuela San Patricio de Greystone, Irlanda, impulsó un programa voluntario para reducir el uso de celular entre los menores de 12 años.
“La idea es que sea la nueva normalidad para los niños en Greystones y Delgany, que si un niño de San Patricio va al club de tenis o de rugby, o a un campamento el fin de semana o a la playa, sienta que todos son iguales a otros de su edad, que nadie tenga un móvil”, comentó a EFE la directora de la escuela, Rachel Harper.
De acuerdo con la profesora, el hacer que los menores de 12 años no tengan celular no sólo ha impactado en la percepción de igualdad entre los niños, sino también – claro – en la reducción de los niveles de ansiedad que ya se detectaban.
Otro beneficio que se ha podido atribuir a la limitación del uso de celular es la liberación de los padres de familia respecto a la presión de decidir cuándo debían darle su primer “móvil” al chamaco. Ahora, mínimo, ya tiene una marca: hasta después de los 12 años.
“Los padres no quieren que sus hijos se sientan excluidos o que sean los raros, los que se pierden algo. Creo que esto lo ven como algo justo. Les inquieta incluso plantearnos estas preocupaciones por miedo a ser vistos como demasiados protectores o como los que juzgan a los que han dado un móvil a sus hijos”, comentó Rachel Harper.
¿Menos celular hace que “Los niños sigan siendo niños”?
Según indica EFE, no sólo los padres están felices con el programa voluntario, incluso los niños ven muy bien que tengan que esperar para tener su primer celular. “Yo estoy contenta porque mi madre me ha dicho que no voy a tener un móvil hasta los 12 años, estoy de acuerdo con ello porque sé que los niños deben de ser niños”, comentó una alumna de sólo ocho años.
Al decir que aplazar el uso de celular hará que los niños sigan siendo niños, la estudiante se refiera a cosillas que los profesores de la escuela San Patricio notaron y por las cuales impulsaron la iniciativa. Cosas como un exceso de preocupación por su imagen corporal o por tratar de lucir como otros creen que deben lucir.
Lo anterior, señalaron los profesores, hizo suponer que los niños estaban “creciendo” más rápido y, con ello, estaban enfrentando cuestiones de adolescentes antes de tiempo (a los 8-10 años). Y bueno, sin el uso de celular, esas preocupaciones ya no existen para ellos.