Este año los casos de dopaje se han dado al por mayor y al parecer ningún deporte está exento de esto, uno de los últimos precedentes que se tiene es el de Asafa Powell, atleta jamaicano que dio positivo y que sigue en investigación.
Esto de inmediato desató una ola de acusaciones contra la Federación Jamaicana de Atletismo y sobre todo por sus atletas de pista que han causado revuelo por sus buenas participaciones en los Olímpicos pasados y en los Mundiales que se han celebrado este año, de ahí que surgió una investigación en su contra.
Todo esto comenzó cuando Renee Anne Shirley, exdirectora ejecutiva de la Comisión Antidopaje de Jamaica, ofreció una entrevista a Sports Illustrated, en la que aseguró que la agencia presentó varios problemas “inquietantes” durante su gestión como la principal funcionaria de esa organización, por lo cual comenzaron las sospechas.
Al darse cuenta (gracias a la exdirectora) de que su programa antidopaje no era de calidad, la Agencia Mundial Antidopaje, le dio un ultimátum a los presidentes de las federaciones jamaicanas sobre la probabilidad de que se impida que sus atletas puedan participar en los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016, de no aclararse ciertas acusaciones en su contra.
Digamos que el más afectado en todo esto es Usain Bolt, quien acaba de regalarle al mundo un triunfo más en el Mundial de Moscú, ya que era el atleta más esperado por los asistentes al evento por la posibilidad de romper de nueva cuenta su propio récord (9.58 segundos) y sobre todo por el interés que se perdería al no estar él.
David Howman, director general de la WADA, se puso en contacto con el gobierno de Jamaica y les puso en la mesa las acusaciones que había en contra de su federación y que de no desmentirlas, el castigo procederá.
¿Qué pasará?