Porque a veces las reformas más evidentes son las que no se hacen, la prestigiosa revista británica reconoce el trabajo realizado por el gobierno que encabeza el carismático José Mujica.
Por sus reformas pioneras y demás atributos, la revista británica The Economist nombró a Uruguay como “El país del año”, algo inusual, ya que es la primera vez que dicha publicación elige a toda una nación en lugar de una sola persona, como es costumbre.
“Ha iniciado reformas que abren camino y que no sólo son una mejora para una nación, sino que -de emularse- podrían beneficiar a todo el mundo”, es la justificación con la que decidieron dar el lugar de honor al país sudamericano y cómo no hacerlo si en este año –pese a algunos reproches- el gobierno de José Mujica legalizó la marihuana y también el matrimonio homosexual.
El artículo de The Economist comienza diciendo que estamos acostumbrados a la depresión perpetua cuando abrimos los diarios y revisamos el sufrimiento que hay en el mundo, y cuando la revista trata de hacer una lista de los mejor y lo peor que ha pasado en el año, se da cuenta que todo termina o en ególatras malvados o en santos solitarios ¿dónde quedan, entonces, los esfuerzos conjuntos que caracterizan el empeño más humano? ¿dónde esta la colectividad, el esfuerzo de la humanidad? Bueno, para restablecer el equilibrio entre lo colectivo y lo individual es que The Economist a elegido a toda una nación ¿por qué?
Si la razón fuera puramente económica, la revista misma dice que habría elegido a Sudán del Sur por el crecimiento de su PIB, o a Irlanda, una nación que ha resistido las últimas pruebas económicas y sobrevivió para contarlo. Este año fue el último de crisis europea y Estonia ha sido el país con el nivel más bajo de deuda en la Unión Europea optó por no hacerlo, porque sólo terminarían confirmando el estereotipo que la gente tiene de ellos, “gente con corazón de hierro“ que sólo se fija en el rendimiento económico sin que les importe otros aspectos más humanos.
Pero por el lado humano también hay problemas ¿por qué no poner a Ucrania y a su valeroso pueblo que se manifiesta día con día en contra de su gobierno? ¿Por qué no poner al valiente pueblo turco donde miles protestaron en contra la corrupción en el régimen de Erdogan? ¿qué me dicen del vivaz pueblo brasileño y sus protestas multitudinarias que lograron una comunicación con Dilma Rousseff?
¿Y los dirigentes? Casi siempre publicaciones que eligen a personas del año se van más por el impacto que por las virtudes de los personajes que escogen. De esta manera terminan nominando a personajes tan siniestros como Vladimir Putin, el ayatolá Jomeini y hasta el mismo Hitler que fue elegido por la revista TIME. Pero con el impacto se terminaría eligiendo la Siria de Bashar al Assad, si bien no es santo de la devoción del mundo, sí que ha hecho a Siria el punto de atención de este año.
Al final del día escogieron a Uruguay, y es que el país sudamericano ha realizado reformas estructurales (así es, como nosotros) que no sólo han beneficiado sus fronteras, sino que podrían ser útiles si son emuladas en otros lugares del mundo. Uno de los más importantes es haber legalizado los matrimonios homosexuales, según The Economist, si algo ha ayudado a aumentar la felicidad en el mundo ha sido la legalización de este tipo de matrimonios, y esto sin un sólo coste financiero. La otra razón fue la legalización de la marihuana.
Uruguay legalizó los matrimonios gay en abril, la legislación estipula que los hijos adoptivos tengan derecho a conocer a sus padre biológicos y que todas las parejas puedan elegir el orden de sus apellidos de sus hijos. Además, hay que recordar que este tipo de apertura significa un beneficio económico, sobre todo en el sector turístico, las parejas homosexuales son conocidas en el mundo de la economía por ser parejas que tienen buenos ingresos y que gustan de gastar en ellos, lo cual los hace muy atractivos para este sector.
Respecto a la legalización de la marihuana, The Economist señala: es un cambio tan claramente razonable, que arrincona a los criminales y permite a las autoridades concentrarse en delitos más graves, que ningún otro país las ha llevado a cabo (…) Si otros la siguieran, y se incluyeran otras sustancias, el daño que estas drogas causan al mundo se reduciría drásticamente”.
José Mujica, el presidente de esta nación, expresó algo que en México aprendimos a la mala:
«La lucha contra el tráfico de drogas está perdida a nivel mundial y por ello buscamos alternativas»
Por otra parte, The Economist reconoce a “Pepe” Mujica por ser un gobernante de “franqueza inusual”, además de “admirablemente humilde”: “vive en una modesta casa de campo, él mismo conduce al trabajo en un Volkswagen y vuela en clase turista”.
“Modesto pero audaz, liberal y amante de la diversión, Uruguay es el país del año”, concluye la revista en su editorial en la que presentan esta decisión.
Hablando sobre Mujica, aquí lo tenemos en una hermosa entrevista: