Directamente desde España nos llegan las impresiones de cómo Diego Cruz Alonso, uno de los integrantes de la banda de “Los Porkys”, pidió con lágrimas no ser regresado a México a que le caiga el peso de la ley.
Acusado (junto con varios de sus cuates) del abuso de una chica de 17 años, Cruz Alonso compareció antes la Audiencia Nacional española, ahí explicó que los cargos en su contra son parte de una “extorsión” elaborada por el padre de la supuesta víctima.
De acuerdo con el joven de 21 años, él y sus amigos fueron espiados por el papá de Daphne Fernández, para luego ser extorsionados con ayuda de un socio que los citó en su despacho. Muy obedientes, “Los Porkys” acudieron al llamado, fue ahí donde se les hizo el ultimátum: si no depositaban 4 millones (no especificó si dólares, pesos, euros…) serían asesinados. Ya ciscados, los jóvenes fueron obligados a grabar el video en el que aceptan haber abusado de Daphne.
Además de señalar que posee la nacionalidad española, Diego Cruz pidió con lágrimas no ser extraditado a México y que se le juzque “justamente”… sobre todo porque la popularidad (negativa, claro) que tuvo el mentado video fue culpa de la época electoral (cuando iban a comenzar las campañas por la gubernatura estatal), además que la difusión del mismo fue financiada por el “propio gobierno”, esto como una forma de “distraer a la ciudadanía” de lo que “sucede en México”…
A pesar de tan contundentes argumentos, las autoridades españolas señalaron que “no cabe hablar de una persecución de carácter político” y, sobre eso de tener la nacionalidad ibérica, los encargados del Ministerio Público afirmaron que no les constaba.
De ser extraditado, Cruz Alonso enfrentaría cargo por “pederastia tumultuaria”, delito por el que podría pasar entre 12 y 40 años tras las rejas.