500 millones de personas se encuentran desempleadas en Latinoamérica pero la cifra es más dramática cuando se trata de las nuevas generaciones, la tasa de desempleo juvenil triplica la de la población adulta. A pesar de que los millennials y centennials han superado el nivel educativo en promedio, siendo en su mayoría flamantes profesionistas y algunos incluso con doctorado, uno de cada cinco busca trabajo sin encontrarlo.
Lo peor, es que de las personas de entre 15 y 29 años, que llegan a encontrar empleo, el 60% de ellos se dedica a una actividad informal, de acuerdo con el informe “Panorama Laboral 2019 América Latina y el Caribe”, elaborado por la Organización Internacional del Trabajo, que por primera vez dedica una sección especial sobre la empleabilidad juvenil, a pesar de que los chavos en la actualidad son más educados que los de las generaciones previas, su inserción al mercado laboral sigue caracterizándose por una elevada precariedad.
En consecuencia, el 22% de los jóvenes de toda la región, son ninis, ni estudian, ni trabajan, habiendo una especial incidencia sobre todo en las mujeres. Hablando específicamente de México, la mayoría de las nuevas generaciones que estudian, no buscan hacer otra cosa más que dedicarse a la escuela, poco más del 60% de los menores de 30 años no estudian pero están buscando trabajo, mientras que un 27%no estudia, no trabaja y ni siquiera se le ha ocurrido conseguirlo.
Para la organismo especializado de Naciones Unidas, llama la atención que proporción de jóvenes que no estudian ni trabajan ha crecido de manera alarmante en los últimos 13 años, pues mientras que el número de hombres desocupados ha crecido paulatinamente en los últimos años, la participación de las mujeres es claramente mayoritaria; 7 de cada 10 jóvenes que no estudian ni trabajan son mujeres.
¿Y entonces, cómo encontrar trabajo?
Claramente, el perfil que buscan los empleadores, no es el mismo hoy que hace 50 años, la inserción de la tecnología, la importancia de los valores y el desarrollo de habilidades e inteligencia emocional, han permitido que las compañías evolucionen hacia un ambiente de trabajo óptimo que se traduce en mayor productividad.
La buena noticia para aquellos que anden en busca de trabajo es que no tienes que quemarte las pestañas y ser un sabelotodo para encontrar un empleo, el documento revela que en su lugar, tendrás que desarrollar, fortalecer y equilibrar tus habilidades socioemocionales, las habilidades cognitivas, así como las habilidades digitales.
Así mismo, el informe reflexiona sobre si el sistema educativo está formando a los jóvenes con el foco necesario en estas habilidades y cuenta con la flexibilidad necesaria para responder a los cambios cada vez más rápidos y frecuentes en la demanda de habilidades, concluyendo que cada vez son más los empleadores que prefieren contratar trabajadores con habilidades socioemocionales y cognitivas complejas, por encima de las habilidades técnicas. Aunque dejan en claro que la universidad proporciona las herramientas necesarias para lograr el equilibrio entre el conocimiento y las relaciones inter e intrapersonales.
“El cambio tecnológico está alterando la composición de los empleos y las habilidades necesarias para llevarlos a cabo. Según algunos estudios, las habilidades socioemocionales (comunicación, empatía, trabajo en equipo, entre otras), las habilidades cognitivas no rutinarias (creatividad, pensamiento crítico, procesamiento e interpretación de información compleja, abstracción y solución de problemas complejos, entre otras), y las habilidades digitales (programación, diseño de información y gestión de bases de datos) serán fundamentales para lograr una inserción laboral exitosa en los empleos del futuro”. Enfatiza el estudio.
Las razones por las que las nuevas generaciones se enfrentan a un desafío mayor en cuanto a empleabilidad, claramente tienen que ver con el crecimiento económico y la variación del producto Interno Bruto (PIB) de cada país, no obstante, los fenómenos geopolíticos y sociales que se vivieron permearon en el crecimiento económico a nivel Latinoamérica.
Pero parece que iremos de mal en peor, la OIT advierte que en la tasa de desocupación podría acelerarse durante el 2020, si se mantienen las previsiones de un crecimiento económico lento, lo que ocasionaría una nueva alza de la desocupación el próximo año, que afectaría directamente a 27 millones de personas. “Este indicador confirma la necesidad de generar las condiciones para que haya un crecimiento económico con empleo”, advierte el organismo.