Un dato con el que muchos seguro dirán “ay, ajá”… y más porque, según la Unidad de Transparencia de la UNAM, entre los casos de plagio de tesis no figura el de la magistrada Yasmín Esquivel.
De acuerdo con Milenio, en un informe de la mencionada unidad consta que sólo se han detectado dos casos de plagio de tesis en la UNAM en los últimos 42 años. Uno de ellos habría sido detectado en la Facultad de Filosofía, otro en la Facultad de Ingeniería.
El dato de la Unidad de Transparencia de la UNAM es difícil de creer, ya que, recordemos, hace un par de meses se reveló que fue plagiada la tesis con la que obtuvo su grado de licenciada en Derecho la magistrada de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Yasmín Esquivel. Esto fue en la Facultad de Estudios Superiores Aragón.
En el documento obtenido por Milenio, se advierte que el plagio es considerado como una falta al Código de Ética de la UNAM, atentando contra los principios de “integridad y honestidad académica”. Por ello, se pide de favorcito a la comunidad ser honestos respecto a las fuentes de información usadas para sus actividades académicas.
“La integridad y la honestidad académica implican citar las fuentes de ideas, textos, imágenes, gráficos u obras artísticas que se empleen en el trabajo universitario, y no sustraer o tomar la información generada por otros o por sí mismo sin señalar la cita correspondiente u obtener su consentimiento y acuerdo”.
“Haberlo dicho antes”, pensará la ministra Yasmín Esquivel… y no tanto por el caso de plagio de su tesis de licenciatura (la cual dice que le plagiaron y no al revés), sino por ooootro plagio del que se le acusa: el de su trabajo de doctorado, en la Universidad Anáhuac, no en la UNAM.
Según reveló El País, la ministra se habría fusilado (sin dar crédito) a 12 autores diferentes. Nomás tantito: de una texto de 456 páginas, 209 tienen evidentes plagios… algunos reconocidos por los autores originales.
Ante tan evidente quemadota, Yasmín Esquivel respondió dejando mal parada a la UNAM (en especial a los profes que le dieron la clase de Metodología de la Investigación). Según la ministra, no era su intención plagiar… nomás que no se acordó de cómo hacer la respectiva citación.
“La posible existencia de omisiones en las citas de autores, o de errores en su redacción, solo tienen ese significado, –el de deficiencias o descuidos–, pero jamás una forma de plagio, porque técnicamente esta figura jurídica implica la publicación de una obra completa a nombre de otro”, señaló el abogado de la orgullosa egresada de la UNAM, en carta enviada a El País.