“Las turbulencias son como el amor, no importa cuánto intentes evitarlas, tarde o temprano terminaras mareado y con el interior revuelto”
Imagina el vuelo más caótico al que jamás te hayas enfrentado. Seguramente te pusiste blanco del susto, volteaste a ver a los demás pasajeros con cara de ‘estoy tranquilo, estoy tranquilo’, y en una de esas hasta luchaste con las ganas de regresar el desayuno.
Para que veas lo exagerado que eres, checa el caos en el que se transformó el pasillo de un avión de Singapore Airlines, después de pasar por una turbulencia justo cuando servían la cena.
Comida regada en el piso, manchas de café en el techo, objetos personales por aquí y por allá, además de once pasajeros y un miembro de la tripulación heridos, fue el saldo después de que la aeronave perdiera 20 metros de altura a causa de una repentina turbulencia.
El vuelo era el SQ308 que iba de Singapur a Londres el pasado domingo.
Según relataron varios testigos, hubo ligeras turbulencias durante el vuelo, pero justo cuando servían la comida, el piloto inesperadamente emitió una orden para que todas las personas a bordo ocuparan sus asientos y se abrocharan los cinturones de seguridad. El servicio de alimentos se suspendió.
Segundos después, los pasajeros experimentaron la sensación de estar en un ascensor cuyo cable fue cortado, o como si estuvieran en algún juego mecánico de un parque de diversiones. Todo lo que no estaba atado o sujeto salió volando.
Se parece tanto al interior de mi auto. Después de unos segundos de caos, el piloto logró estabilizar el avión. Tras revisar que nadie presentaba lesiones de gravedad, el personal del avión realizó una eficiente labor de limpieza y todo quedó limpio en menos de una hora. Para compensar el mal trago repartieron cajas de chocolate entre los pasajeros. A la llegada al aeropuerto de Heathrow, los tripulantes heridos fueron atendidos por personal médico.
Varios pasajeros tomaron fotos de lo ocurrido, e incluso un video:
En esta ocasión la mayoría de los pasajeros no sufrió daño alguno, pero varias investigaciones apuntan a que las turbulencias de esta magnitud podrían presentarse de manera cada vez más común en los vuelos, como consecuencia del calentamiento global.
Estos estudios encontraron que las posibilidades de verse impactados por una turbulencia de magnitud significativa aumentará de 40 a 170 por ciento para el año 2050, mientras que la probabilidad de encontrar una turbulencia de escala media, tendrá un aumento de un 10 a un 40 por ciento.
Como dato cultural: una turbulencia durante un vuelo en avión es ocasionada cuando se encuentran cuerpos de aire que se mueven a diferentes velocidades, causando así movimientos en la atmósfera.
Las turbulencias también se originan por tormentas, aunque en este caso es más fácil evitarlas, pues pueden rastrearse con ayuda de la tecnología.
Generalmente las turbulencias no son peligrosas, ya que los pilotos logran salir de ellas en cuestión de minutos, sin embargo, sí han provocado accidentes y muertes. En 1996 el vuelo Boac 911 se estrelló en el Monte Fuji, tras volar en medio de severas tormentas, y dejando un saldo de 124 tripulantes muertos. En 1997, un pasajero del vuelo 826 de American Airlines murió a causa de las heridas ocasionadas por la caída de 30 metros de un avión en pleno vuelo.
