Si pensaban que sólo los humanos hacíamos ciertas cosas, es que no conocen a Gina, una chimpancé que vive en el zoológico de Sevilla y tiene un “hábito” bastante peculiar.
En este lugar, Gina cuenta con una casa dividida en dos: una exterior y una interior. En la segunda, la chimpancé puede jugar y además cuenta con calefacción, varios objetos para enriquecer el ambiente, juguetes, hormigueros artificiales (todo para estimularla física y psicológicamente) y… ¡una televisión!
Los responsables del zoológico le instalaron una tele ¡con cable! para que se entretuviera por las noches. No tardó mucho en aprender cómo se usaba el control remoto y como varios, le gustó ver el canal porno. ¡Qué tal!
De acuerdo al primatólogo Pablo Herreros, especies como Gina son demasiado cercanos -genéticamente- a los humanos y comparten un repertorio sexual bastante amplio, posiblemente más que algunas personas.
Cuestiones como el beso de lengua, el “misionero”, la bisexualidad, homosexualidad y la masturbación, son aspectos que esta clase de animales comparten con la raza humana.
¡Quiobo!
Teniendo cable y sólo ver el canal porno…