Durante los 60, Pattie Boyd era una modelo con suficiente renombre en Inglaterra, lo cual le sirvió para ser elegida para interpretar un pequeño papel en la película de los Beatles A Hard Day’s Night en 1964. Ahí, George Harrison quedó prendado de la belleza de Pattie y comenzó a hacer su lucha por conquistarla. Boyd estaba renuente a aceptar las invitaciones del beatle para salir, quien además la abordaba casualmente en los descansos de filmación para platicar. Para 1966, Boyd había caído ante los encantos de Harrison e incluso ya había aceptado casarse con él. Se casaron el 21 de enero de aquel año, él tenía 22 años y ella tenía 21. Eran jóvenes y estaban enamorados. Él estaba cegado por la belleza y el encanto de Pattie y ella estaba embelesada por el talento de George.

Así comienza esa historia, una historia que en gran parte, sólo conocemos por parte de la misma Boyd, desde su perspectiva y evidentemente, la versión que conocemos es subjetiva, es la versión que nos cuenta una de las musas, desde lo alto. Algunos dicen que en realidad Boyd no quería salir con Harrison porque su primer interés era Paul McCartney, ella dice que comenzó a salir con Harrison casi inmediatamente. Estuvo ahí, en los años cruciales de la banda, junto a George, una de las musas de la banda.

Entre 1968 y 1969, mientras los Beatles mientras intentaban terminar Abbey Road (a la par que estaban terminando como banda), Harrison recibió la inspiración para hacer la canción “Something”, no sólo una de las más grandes de la banda, sino también –según Frank Sinatra– “la mejor canción de amor jamás escrita”.

Boyd dice que (claramente) George escribió “Something” para ella, pero en su autobiografía, Harrison dice que la canción está pensada para ser cantada por Ray Charles mientras que escribió lo primero que se le ocurrió inspirado en la canción “Something in the Way She Moves” de James Taylor.

Harrison había comenzado para aquel entonces, una exploración espiritual y se adentró en el hinduismo. A la par de esto, George comenzó una amistad con el en aquel entonces integrante de Cream: Eric Clapton, con quien estaba componiendo música e intercambiando ideas, pero que también era cercano y asiduo visitante a su casa. Fue durante la convivencia con Harrison y su esposa que Eric también quedó fascinado por la belleza de Boyd, con quien inició una peligrosa amistad.

Pattie Boyd afirma que George Harrison ya no le prestaba atención durante esos años, pero que ella seguía enamorada de él. Empezó a recibir atenciones de Clapton, sin embargo ella no caía por completo. Se sentía halagada, desde luego, al notar que Clapton se reía de sus comentarios o la miraba fijamente y fue a partir de enterarse de las infidelidades de Harrison que devolvió el coqueteo a Eric, aunque no le correspondía del todo, sin embargo el ex integrante de Cream terminó perdidamente enamorado de la modelo. Fue durante esta última parte de la década también que la hermana de Pattie, Paula de 17 años, visitó a los Harrison. Al no poder tener a Pattie, Eric comenzó una relación con Paula, con quien terminó viviendo y a quien después llevó a Miami mientras grababa el disco de su nueva banda, Derek and the Dominos. En 1970, después de la muerte de Hendrix y al no poder estar con su amada Pattie, Clapton cayó en una fuerte depresión y comenzó a usar heroína para tratar de alivianar su tristeza, no obstante no pudo salir de la depresión, aunque tal vez sí le ayudó a componer.

Eric regresó a Inglaterra sin Paula, con quien “súbitamente” terminó su relación. A su regreso, citó a Pattie urgentemente en un apartamento, tenían que verse en secreto, pues él quería mostrarle algo. Ella llegó y Clapton decidió mostrarle esto:

“Layla” era una canción que hablaba sobre su amor por Pattie. Inspirado en el poema de “Layla y Majnun”, el cual habla de un joven perdidamente enamorado de la hermosa Layla, a quien le escribe poemas de amor. Al pedirle su mano en matrimonio, el padre de Layla se opone y la obliga a casarse con otro, por lo que el hombre se vuelve loco (‘Majnun’ significa ‘loco’ en árabe). Esta locura podía entenderse perfectamente en la canción, podía sentirse la desesperación de Clapton. “Layla” es una canción en dos partes: la primera tiene una guitarra ríspida, como una quemadura en la piel, como comezón en las palmas de las manos; y la segunda, con piano y más melódica, es como un bálsamo que alivia el ardor. Así era el amor de Clapton por Pattie. Sólo basta con escuchar la letra para saber que se trata de una de las mejores canciones de amor (no correspondido) de la historia.

Ella inmediatamente cayó perdida al ver la pasión y la creatividad que ella podía desatar en un músico tan talentoso como Clapton (o esa es la forma en la que ella lo describe). Resultó ser que Paula Boyd terminó su relación con el músico al reconocer a su hermana en la letra de la canción mientras la estaban grabando y por eso lo abandonó en Miami.

Eventualmente, Eric le confesó a George que estaba enamorado de su esposa. Pattie eventualmente se divorció de George. Sin embargo, tuvieron que pasar 9 años para que Eric y Pattie se pudieran casar. A la boda asistieron Paul, Ringo y el propio George, quien les dio su bendición para que se unieran.

Boyd cuenta una versión en la que el mismo día que Clapton le mostró la canción, se encontraron en una fiesta y George se dio cuenta de todo, pero las fechas no coinciden. En otros lados, se dice que el incidente de la fiesta ocurrió hasta 1972 e incluso, pasaron cuatro años para que el beatle y su esposa se separaran. Esto desde luego, indicaría que durante varios años, Pattie también le fue infiel a Harrison con Eric (y con Ron Wood), aunque la versión de ella juega con que nunca le fue del todo infiel a Harrison.

Al final, la historia de Clapton y Pattie tampoco fue una historia con un final feliz. Comenzó de forma impetuosa y así fue como terminó. Las drogas siguieron siendo parte de la vida de Eric, aun cuando ya había ganado a la chica y fue ella quien no pude seguir. Después de 20 años de lucha, casi 10 años de matrimonio, drogas, rehabilitación, infidelidades y dos hijos con otras mujeres, Eric y Pattie se separaron.

Antes de las mujeres entre ellos estuvo la música. Clapton y Harrison compartieron el amor por una mujer, pero también compartieron más que eso. Antes que ella hubo otra pasión compartida, hubo inspiración compartida. Pattie fue sólo la figura, pero la raíz estaba ahí, el latido estaba ahí. La raíz floreció, en forma de riffs. Eric Clapton no obtuvo crédito por su participación como guitarra principal en una canción que compuso su amigo George Harrison, “While My Guitar Gently Weeps”, pero el resultado ahí está. La musa sólo trajo luz, pero el talento, ése no fue prestado y ése es lo que se queda en tres canciones.

@conejoazulorama

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