¿Qué les parecería que el continente americano y el asiático se unieran? Según cálculos de algunos científicos estadounidenses, esto pasará de los próximos 50 a 200 millones de años. El nuevo supercontinente será llamado Amasia.
(Con eso de su ‘república amorosa’, estamos investigando si AMLO no está detrás del nombre).
De acuerdo a expertos de la Facultad de Geología y Geofísica de la Universidad de Yale, esta unión será ocasionada por la fuerte atracción de América y Asia hacia el polo Norte. Díganle a Santa Claus que ya se le acabó la paz y tranquilidad.
Y es que será precisamente en el polo Norte en donde mediante una cordillera montañosa se podrá cruzar de Alaska a Siberia y viceversa. Se dice que autoridades del Gobierno del Distrito Federal ya están planeando una línea de Metrobús que pase por ahí.
El continente americano tendrá más cambios. Aunque seguirá situado sobre el anillo de fuego del Pacífico, la atracción que ejercerá el Polo Norte unirá Sudamérica con Norteamérica. ¡Por fin se fusionará la Concacaf con la Conmebol!
Estos desplazamientos causarán la desaparición del océano Ártico y del mar Caribe… Adiós Cancún, extrañaremos tus playas de blanca arena, el azul del mar, las borracheras en tus antros, al Atlante, y sobre todo a las chicas extranjeras y tomadas del Spring Break a las que en los concursos de camisetas mojadas se les cantaba el clásico ‘show your tits-show your tits-show your tits’.
Bueno, volviendo a lo que estábamos, los autores de este estudio especifican que estos cambios son normales. El primero sucedió hace unos mil 800 millones de años cuando se formó Nuna, el primer supercontinente. Después siguieron Rodina y Pangea, este último era una enorme masa de tierra que tenía como centro lo que ahora es África. Gracias a la acción de las placas tectónicas se conformaron los continentes como los conocemos hoy en día.
Esta teoría llamada ‘Ortoversión’ sostiene que centro de Amasia estará en la zona del Océano Ártico. Dicha postura se confronta con las dos últimas y más aceptadas hipótesis: la Introversión, que sugiere que el centro del próximo supercontiente nuevamente estará en África; y la Extroversión, que lo sitúa entre las islas hawaianas Fiji y Samoa.
Pues así será el mundo. Lo bueno (o malo, depende como se quiera ver) es que para entonces todos estaremos muertos. Menos Chuck Norris.
