De unos meses para acá, quizá tengamos la impresión de que está temblado mucho en México y en otras partes del planeta. ¿Esto es cierto o sólo es que con los medios digitales ahora es más fácil enterarnos de estos fenómenos?
De acuerdo al Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (PTWC), tan sólo en el pasado mes de abril, se registraron 26 temblores con una magnitud mayor a los 6 grados, cinco de ellos con una magnitud mayor a 7.8 grados (basta recordar que el 1 de abril un sismo de 8.2 grados sacudió Chile). Y ahora, en mayo van 17 temblores con magnitud mayor a 6.
En redes sociales han comenzado a circular varios textos que hacen referencia a esta serie de temblores y se habla de un supuesto sismo de gran escala en nuestro país. Si bien respetamos la opinión de estos expertos, también es importante tomar en cuenta otros detalles:
Varios estudios estadísticos han demostrado que la actividad sísmica sigue el Proceso de Poisson (que estudia el tiempo en el que ocurren determinados sucesos extraordinarios), de esta forma, los sismos se presentan de forma independiente y al azar. De acuerdo a Eric Fields, geofísico del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, basados en este principio los sismos actuales siguen una frecuencia que puede ser comparada con lanzar una moneda y que varias veces caiga del mismo lado.
Así, podemos entender que la presencia de varios sismos, más que un fenómeno inusual es una casualidad. De hecho todo el tiempo está temblando, tan sólo el Servicio Geológico de Estados Unidos registra aproximadamente 20 mil sismos anuales, o lo que es lo mismo, unos 50 diarios, de los cuales la mayoría son imperceptibles. Otro dato interesante es que desde 1900 el promedio de temblores de gran magnitud es de 17 por año.
¿Y qué tanto ha temblado en lo que va del año? Pues para darnos una idea, PTWC elaboró un video en el que hora por hora, podemos ver los sismos que se han presentado en todo el mundo desde enero hasta abril de este año:
Para nuestra calma, no es que la actividad sísmica se haya incrementado, sino que ahora contamos con más elementos para detectarla. Por ejemplo, en 1931 únicamente existían 350 estaciones de sismógrafos, y ahora se cuenta con 8 mil.
Al parecer, el pronóstico del sismo de 7.9 grados que acabará con parte de nuestro país es el nuevo “el mundo se acabará en el 2012”. Predecir un temblor fuerte en un país con actividad sísmica es como decirle a otra persona que morirá: Seguro pasará, pero puede ser hoy o en 50 años.