Un elegante caballero de nombre Cosme Juárez, a quien le gusta echar la copita, espantó a su familia al aparecer vivo en su novenario. El compadre llegó cantando “Cabecita dura”de la Arrolladora Banda Limón, porque creía que en su casa estaban haciendo fiesta y no lo habían invitado.
El caballero llegó a su novenario hasta las chanclas, (pero sin colgar los tenis), con botella en mano y ánimo festivo, para descubrir que sus parientes lo habían confundido con un indigente que murió de cirrosis. La familia veló, sepultó y le rezó a un desconocido y para enterrarlo como “Dios manda”, empeñaron todo lo que pudieron para cubrir los gastos funerarios, comprarle un traje, calzoncillos y zapatos nuevos; además ocuparon la tumba de sus padres para darle sepultura al indigente que pensaban era Cosme.
Cosme Juárez Andrés de 43 años de edad, quien trabaja como bolero, no andaba muerto sino echando el trago por el fallecimiento reciente de una de sus hijas, estuvo deambulando por cantinas, sin comunicarse con su familia, por lo que pensaron que el indigente que encontraron era Cosme, además del enorme parecido.
Después del susto por ver al muerto, más que vivito y bailando, la familia reía, preguntándose quién era el hombre a quien le lloraron y rezaron por su alma. Posteriormente acudieron ante las autoridades, para aclarar la situación y exhumar el cuerpo de la tumba de sus padres.
