En Sopitas.com nos depilamos nuestros saiotes y seguimos muy de cerca el evento No Pants Subway Ride México 2014.
Sí, así de cerca.
¿Es una protesta contra el calentamiento global y por eso no llevan pantalones? No.
¿Acaso la aprobación de la reforma energética y el aumentó de impuestos los dejó sin pantalones? No lo sabemos.
¿Quieren la paz mundial? Probablemente sí, en lo más profundo de sus corazones.
El objetivo principal de ir como Juan por su casa con las bolas asomándose, es divertirse. Desde hace un par de años se realiza en el metro de varias ciudades del mundo el flashmob multitudinario “No Pants Subway Ride”, mismo que replica un performance neoyorkino ocurrido en el año 2002. En ese entonces, siete personas se subieron al metro de Nueva York en diferentes estaciones, se sincronizaron para entrar en el mismo vagón en varios puntos de la línea y no realizaron nada fuera de lo normal, excepto no tener pantalones. La mayoría de los pasajeros del metro se desconcertaron y, en algunos casos se molestaron, pero en su mayoría vieron dicho acto con humor.
La idea es que algo tan común como viajar en el metro sea gracioso al no darle importancia a tu atuendo. En el performance original, un hombre con una bolsa de papel subía al vagón y ofrecía pantalones por un dólar con el objetivo de divertir y sorprender a la gente.
Este año en México, un vendedor ambulante, sin saberlo, recreó el evento original al gritar improvisadamente con su voz áspera: “se venden cigarros, chicles y pantaloooooones”.
Esta es la cuarta ocasión que Flashmob México organiza el evento en México, este 2014, 8 mil 57 personas confirmaron previamente su asistencia a través de un evento de Facebook aunque en realidad asistió aproximadamente un 35% de los que confirmaron, es decir, como 3 mil personas.
La cita fue a las 11:00 am y el punto de reunión dependía de la ruta a seguir: la Glorieta de Insurgentes (Estación Insurgentes), Parque Bombo (San Pedro de los Pinos), Explanada de la Mujer (Parque de los Venados) y en la explanada afuera de la estación Azcapotzalco de la Línea 6. El objetivo final del flashmob fue la Alameda Central. Nuestra opción fue la Ruta A. Había tres requisitos:
- Quitarse los pantalones
- Llevar calzones limpios
- Pagar el boleto del metro
(cumplimos sólo 2 de esas misiones, lo dejamos a su imaginación #posoye)
A diferencia del evento original, en esta edición, la mayoría de los asistentes tenía sed de protagonismo, definitivamente no buscaban pasar desapercibidos, había calzones de todos tamaños, formas y colores que resaltaban los miembros o lo que sea que tuvieran que resaltar.
Algunos se vistieron de etiqueta para la ocasión.
Hubo quien optó por el animal print.
¿Ya le vieron el Soup? Está a lado de su varita.
Un par que mostró el peluche.
Y él, que prefirió enseñar a su come galletas.
Muchos pasajeros no podían con esos hermosos cuerpos y preferían voltearse simulando una cara de asco.
Hubo de todas las edades, aunque en su mayoría los asistentes fueron hombres.
Vimos algunas madres y padres acompañando a sus crías.
Y al revés, vimos algunas crías acompañando a sus padres.
Esto probablemente no tenga un sentido muy profundo más allá de la exhibición. ¡Qué bonito sería que un día alguien dijera: Calzones proletarios del mundo uníos! pero no, este no es el espacio ni tiene la intención de serlo.
La idea original se ha desvirtuado con el paso del tiempo y cada año se torna un carnaval, como ocurre en la mayoría de los eventos masivos, entendemos que para muchos usuarios esto resulta ofensivo. Para otros es la única oportunidad del año de andar en calzones aceptándose y mostrar sus hermosos cuerpos al mundo. ¿Qué otro día pueden andar de choninos en el metro sin que la tira los remita a la instancia correspondiente?
Asistimos un ratito a la fiesta en silencio pero mejor nos fuimos porque ya teníamos hambrita.
Si piensan que escribimos esto con la cola, no los juzgaremos, tal vez hay algo de eso.