Los bares han pasado de ser un lugar de mala muerte y solo para hombres, en algo “super in y cool” y una opción mejor aparte de los fastidiosos antros.
No sabemos sí es por los hipsters o por las cervezas artesanales o porque de repente todos son catadores profesionales de mezcal, pero los bares underground o “alternativos” cada vez toman más fuerza.
Y esto no solo pasa en la capital del bigote-barba/comida orgánica/ tengo un perro adoptado/ ando en bici vintage que todos conocemos cómo Roma-Condesa; ahí dónde viven esos individuos que gustan de ir a bares súper underground, que solo ellos conocen. En Shanghai también hay “bares secretos”.
Aunque parezca solo una máquina vieja de Coca-Cola, en realidad es la entrada a un super secreto bar-restaurante llamado “Flask”.
Aunque parece parte de la decoración del stand de sándwiches que hay a un lado, no lo es. El arquitecto Alberto Caiola, encargado de este proyecto, lo califica como “funny y trendy”.
Ahí tienen hipsters visionarios, idea millonaria.