Justo ahora estamos en el máximo y en el mínimo.

Estamos en el punto más bajo de recuperación, los edificios ya están deshabitados, a punto de remodelación. Si ahorita algo falla, ya no nos recuperamos, si se para la obra en ese punto, la gente se queda sin nada. Pero a la vez estamos en el punto más alto en nivel de organización, de demostración de que es posible hacer las cosas y de que ya hay resultados que son palpables. Aquí es donde queda el damnificado en su punto más vulnerable y se siembra la semilla más importante para poder continuar. 

No queremos regresar a como estábamos, sino a algo mejor


Hace un año, se registró un sismo de magnitud 7.1 grados a 12 kilómetros del sureste de Axochiapan, Morelos, en el límite con el estado de Puebla. Ocurrió exactamente a las 13 horas con 14 minutos y 40 segundos.

Nos quedamos con varios estados dañados: la Ciudad de México, Morelos, Puebla, Estado de México, Guerrero y Oaxaca. De acuerdo con cifras oficiales, al menos 369 personas perdieron la vida, siendo la Ciudad de México la más afectada.

A pesar de que la distancia del epicentro respecto a la capital del país es de 120 kilómetros, los daños fueron importantes: en la CDMX murieron 228 personas. 

De acuerdo con la Plataforma CDMX de la Comisión para la Reconstrucción, en la Ciudad de México resultaron afectados seis mil 815 edificios. Se registraron 23 derrumbes durante o inmediatamente después del sismo, se determinó demoler 436, y se dictaminaron 1,005 inmuebles con riesgo alto de derrumbe, mil 553 con riesgo medio y mil 801 con riesgo bajo.

Las delegaciones en las que más daño hubo son Tláhuac con mil 501 reportes, Iztapalapa con mil 287 y la Cuauhtémoc con mil 121 edificios.

Mapa: Plataforma CDMX

Uno de esos edificios, es el Multifamiliar Tlalpan.

En la unidad habitacional eran 10 edificios. Tras el sismo, uno resultó colapsado —el 1C—, uno con daño estructural severocinco edificios con daño estructural, intermedio y 3 con daños menores, que si bien se dijeron de bajo riesgo, no cumplieron con la normatividad correspondiente y seguridad estructural.

Aquel 19 de septiembre, en ese lugar murieron nueve personas —ocho vecinos y un trabajador de la Procuraduría Social que estaba dando mantenimiento—, y 18 fueron rescatadas. Eran 500 departamentos.

Un año de lucha y de miedos

Durante 365 días, los vecinos damnificados —tanto del Multifamiliar como de otros edificios de la CDMX— lucharon para que recursos de la Ciudad de México y de los fondos de emergencia fueran destinados a la reconstrucción de los daños sin que esto les costara.

Foto: Especial

Sin embargo, fueron muchos los miedos a los que se enfrentaron los vecinos con respecto a sus departamentos y la fecha en la que podrían regresar a vivir en ellos. Nos lanzamos a platicar con Héctor Toledo, integrante de la Asamblea de Vecinos del Multifamiliar Tlalpan, para que nos contara un poco de lo que tuvieron que enfrentar.

La venta del predio 

Nos explicó que al momento del sismo, se vino a la mente de una cantidad de personas una especulación muy grande que ya se tenía desde hace tiempo: que el predio iba a ser vendido. Los vecinos comenzaron a considerar la posibilidad de que un tercero tomara posesión del terreno sobre el que está construida la unidad habitacional, desalojara y lo ofreciera a empresas inmobiliarias para la construcción de un centro comercialel motivo perfecto. 

Foto: Multifamiliar Tlalpan vía FB

Es por eso que durante la primera asamblea vecinal, el 20 de septiembre de 2017, se estipuló por mayoría absoluta que el predio no esta en venta y que no serían los vecinos, ni el gobierno, quienes decidieran si toda la unidad sería demolida o no. Que eso sería determinado por los estudios técnicos que revelaran las condiciones del suelo sobre el que estaban. Esa fue la primera exigencia.

“Vinieron como 20 o 30 brigadas para dictaminar en la cédula postsísmica el estado de daño de los inmuebles. Sin embargo empezaron a haber problemas porque venían de noche, traían a gente que no estaba preparada, etc. Fue justamente esto lo que nos orillo a defender que no iba a ser lo que el gobierno quisiera o lo que los vecinos quisieran, si no que tenía que ser un tema completamente técnico, de revisión de los edificios y a partir de estudios de ingeniería básica, de mecánica de suelos, de topografía, de ingeniería estructural, de geofísica incluso, para conocer como estaba el suelo del Multifamiliar y cómo estaban los edificios en sus estructuras“, explica Héctor Toledo. 

Créditos 

Esta fue quizás una de las cosas contra las que más lucharon. En un inicio, el gobierno de la Ciudad de México había propuesto el otorgamiento de créditos a los damnificados para que pudieran reparar o reconstruir sus viviendas.

Sin embargo, pongámonos a pensar. Cuánto esfuerzo tuvieron que hacer los vecinos para comprar uno de aquellos 500 departamentos, como para que tras el sismo se echaran encima nuevamente una deuda. Misma que no tendrían que absorber ya que la Ciudad de México tendría que contar con recursos de emergencia y un plan de respuesta ante el desastre a largo plazo. 

Todos los habitantes del Multifamiliar rechazaron por medio de sus representantes esta medida. Exigieron y se manifestaron hasta que el pasado mes de mayo, se logró que 19 predios que albergan a más o menos cuatro mil personas fueran reconstruidos con recursos del Fondo de Reconstrucción de la Ciudad de México. Estos son los 10 del Multifamiliar Tlalpan, 7 de Girasoles III, uno de Insurgentes Norte 476 y uno de Bosques Residencial del Sur.

“Hay gente que todavía dentro y fuera del Multifamiliar no cree que haya sido posible que gracias a la lucha que emprendimos, se hayan obtenido estos resultados de conseguir el fondo publico, que no nos costara”, afirma. 

Foto: Multifamiliar Tlalpan vía FB

Un proceso lento

Finalmente, el pasado lunes 23 de julio comenzaron los trabajos de reconstrucción en el Multifamiliar Tlalpan, específicamente del edificio 1C que colapsó.

Hay que mencionar que fue hasta abril cuando pudieron tener el dictamen de las condiciones del suelo. Seis meses después del sismo los vecinos tuvieron la certeza para poder echar a andar los trabajos de reforzamiento y de reconstrucción de los edificios.

El miedo que existe ahora es que, de un momento a otro, así nada más, se detengan o cancelen los trabajos. Y no se trata de cosas que las personas imaginan, está fundamentado en el largo proceso burocrático del gobierno para la creación del Fideicomiso de Reconstrucción, para el depósito del recurso y para que se pueda ejecutar en lo que se necesita.

“Han estado cambiando los montos, qué va a pasar si se requiere de un monto adicional, cómo se atenderá una modificación al monto de los recursos totales…”, cuestiona Toledo.

Foto: Redacción

¿Qué es lo que se ha logrado? 

En el caso específico del Multifamiliar Tlalpan, el principal logro es que la reconstrucción/reforzamiento de los edificios dañados se realice con recursos públicos y no a base de créditos o redensificación, como lo mencionamos anteriormente. 

A finales del pasado mes de junio, la Comisión para la Reconstrucción aprobó que 19 edificios tuvieran acceso a los recursos del Fideicomiso Público para la Reconstrucción y Rehabilitación de Vivienda Multifamiliar y Condominios.

Se trata de los nueve edificios del Multifamiliar Tlalpan, siete de Girasoles, uno en Insurgentes Norte 476 y otro en Rincón del Sur 15.

Héctor Toledo nos explica que para que tuvieran acceso al control de los recursos, el predio en conjunto tuvo que presentar el proyecto ejecutivo de reconstrucción ante la Comisión de la Reconstrucción —financiado por el Instituto para la Seguridad de las Construcciones de la Ciudad de México— para su aprobación. Una vez que eso sucede, se procede a la asignación de recursos

Todos los edificios tuvieron que nombrar a un administrador, el cual tiene que estar reconocido legalmente ante la Procuraduría Social. Una vez que eso ocurre, se integra un comité de vigilancia y se abre una cuenta mancomunada para recibir el recurso.

Con ello se abren subcuentas por edificio. En este punto es cuando ya se tiene el control del dinero para poder proceder a pagarle a las constructoras.

“Lo que vamos a hacer es justamente que el recurso que se asignó al Multifamiliar sea transparente, manejado por todos y que de alguna manera ayude a reconstruir. Este proceso va a tardar unos 9 o 10 meses, es lo que nos han dicho. Al edificio 1C, que es el que colapsó, lo está atendiendo el INVI (Instituto de Vivienda de la Ciudad de México) y al resto de los edificios los está atendiendo la SEDUVI (Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda)”, señala. 

Actualmente, el el Multifamiliar se están afinando detalles en el proyecto ejecutivo, pero afortunadamente el pasado 23 de julio iniciaron oficialmente los trabajos en lugar en donde estaba el edificio 1C.

Foto: Redacción

Al día de hoy, prácticamente todos los departamentos ya fueron deshabitados —incluyendo muebles— para que las constructoras comiencen con las reparaciones. Esto implicó otro gran reto de logística para la cantidad de mudanzas que se tuvieron que hacer. 

“Se hizo la logística con las empresas constructoras, con actas de entrega-recepción: no se esta entregando la propiedad, solo se están entregando las áreas de trabajo para facilitar, porque había especulación de que entregándole a la empresa el departamento se podía perder la propiedad, eso es falso. Simplemente se dejó un documento por escrito de que se entrega el departamento para realizar los trabajos”, explica. 

La resistencia: campamentos 

Este 19 de septiembre, hay más o menos 100 personas viviendo en los albergues y campamentos. Gracias al apoyo de varias organizaciones como Techo y voluntarios, la infraestructura de estos campamentos se ha mejorado. Ya hay un avance importante de entrega en casas temporales de madera, baños, comedores, etc.

Ahora se trabaja en la construcción de regaderas y un área de lavado mientras se concluyen los trabajos de reconstrucción dentro de la unidad. El objetivo es generar las mejores condiciones posibles para las personas que no tienen a donde ir.

“Cuando me veo reflejado en el otro vecino, en su necesidad, en su carencia, es cuando entiendes que esto tiene que salir bien, porque si no sale queda peor que en el sismo. Sobre todo en esta condición ahorita de que ya no tienes ni ventanas, pues por lo menos tenemos que echarle todas las ganas posibles para que todo el trabajo salga bien”, comentó. 

*****

Una última pregunta, ¿a un año del sismo, en qué punto se encuentran los vecinos del Multifamiliar Tlalpan?

La respuesta refleja todo un año de lucha, de manifestarse, de apoyarse unos a otros, de vivir en una casa de campaña, de resistir.


“Estamos en el máximo y en el mínimo: estamos en el punto más bajo de recuperación, o sea, si ahorita algo falla ya no nos recuperamos, porque los edificios ya están deshabitados, a punto de remodelación. Si la obra se para, la gente se queda ahora sí sin nada.

Pero, a la vez estamos en el punto más alto en nivel de organización, de demostración de que es posible hacer las cosas y hay resultados que son palpables. Ahorita es donde queda el damnificado en su punto más vulnerable pero a la vez es donde queda la semilla más grande para poder continuar. 

Nosotros creemos en nosotros mismos y que es posible transformar la realidad de todos, no nos podemos quedar con los brazos cruzados. 

Algo teníamos que hacer…..”


Como lo mencionamos anteriormente, los trabajos de reconstrucción terminarán en 9 o 10 meses. Sin embargo, este logro no ha llegado a manos de todos los que perdieron sus hogares o sus familiares.

Ahora, con el cambio de administración en el gobierno de la Ciudad de México, es importante que se ponga especial atención a este aspecto. No se requieren recorridos para la foto, ni comunicados con pronunciamientos, ni promesas de apoyo. Se requieren mesas de diálogo, especial atención a las asambleas vecinales en todos los puntos afectados de la Ciudad de México, estudios del suelo en el que las personas viven, transparentar los recursos, etc.

Esta situación y lucha debe servir como precedente para un cambio en las políticas públicas de atención a la emergencia, no solamente a la inmediata sino a la que las personas tienen que vivir a largo plazo.

Foto: Especial

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Yo soy Gabriela Espinosa, pero díganme Gaby, si no siento que me regañan. Trabajo como reportera y redactora en Sopitas.com desde 2018 y desde entonces me enfoqué, en su mayoría, en hard news. En diciembre...

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