La historia entre Uma Thurman, Quentin Tarantino y Miramax, la compañía fundada por Harvey Weinstein, es una que se remonta a la película que lanzó al director al estrellato, Pulp Fiction, y llega hasta su obra más extensa, Kill Bill.
Tras las acusaciones hechas por múltiples mujeres en contra de Weinstein, Uma Thurman habló sobre el hecho. “Cuando hablo enojada, usualmente me arrepiento de cómo me expreso. Espero sentirme menos molesta y, cuando esté lista, diré lo que tengo que decir”.
Pues ahora, “La Novia” desenvainó su Hattori Hanzo y habló en un texto publicado en el New York Times en contra no sólo de Harvey Weinstein, sino también de Quentin Tarantino.
“Soy una de las razones por las que una chica caminaría a su cuarto sola, como yo lo hice. Todos esos corderos caminaron al matadero convencidas de que nadie con tal poder haría algo ilegal, pero lo hacen“.
“Lo conocía bien antes de que me atacara”, relató Uma Thurman sobre su experiencia con Harvey Weinstein, quien en una ocasión, en un hotel de París, discutían sobre un guión cuando él se quitó la bata de baño que llevaba puesta. El ataque llegó poco después, en Londres: “Me empujó y trató de empujarse hacia mí. Trató de desnudarse. Hizo toda clase de cosas desagradables”.
A parte de los desagradables encuentros con el productor, también habló sobre los tratos que tuvo Tarantino con ella a lo largo de los años. En particular recuerda un incidente durante la filmación de Kill Bill en la que ella resultó con heridas que hasta la fecha la acompañan.
Para la escena cuando maneja un convertible azul, a pesar de que el auto no se encontraba en condiciones ideales para su uso, el director molesto ante las negativas de Thurman le dijo que hiciera la escena y “Llegara a 40 millas por hora o su cabello no se alzaría de la forma correcta y tendrían que repetir la toma”.
Durante esa toma, el auto se salió de control, como algunos advirtieron, lo que provocó que la actriz chocara.
“El volante estaba en mi estomago y mis piernas atrapadas”, explica. “Sentí un inmenso dolor y pensé ‘Oh, Dios, no volveré a caminar’. Cuando regresé del hospital con un collarín y mis rodillas dañadas, así como una contusión en la cabeza, estaba muy molesta. Quentin y yo tuvimos una gran pelea, y lo acusé de tratar de matarme. El se molestó, porque, claro, el sentía que no había sido así”. “Nos peleamos por años”.
“Después de ese incidente, pasé de colaboradora creativa a ser una herramienta rota”. Pero eso no fue el único caso en el que Tarantino llevó a puntos extremos a la actriz; según el artículo del New York Times, él le escupió en la cara al grabar una escena, y la ahorcó con una cadena durante el rodaje de Kill Bill.
“Harvey me atacó, pero no me mató. Lo que me enoja del choque fue lo bajo que se sintió. He atravesado por mucho en las películas, pero siempre sentí esa conexión con el bien mayor en mi trabajo con Quentin, pero por lo menos tenía algo que decir al respecto”, finaliza.