A estas alturas del partido, seguramente has escuchado de las tensiones en Ucrania. Llevamos varios meses viendo cómo algunas de las potencias mundiales se mueven en el tablero de Europa del este y cómo van escalando los corajes. Prácticamente todos los días leemos de un nuevo avance o de algún reacomodo… y todavía más después del anuncio de Vladimir Putin sobre la “operación especial” en la región.
La verdad es que no está fácil seguirle la pista al conflicto al 100 por ciento, pero si necesitas un resumen sobre el pleito, llegaste al lugar correcto.
¿Cómo empezó el conflicto en Ucrania? ¿Por qué se están peleando? ¿Cómo se están acomodando “los equipos” entre Rusia, Estados Unidos, las fuerzas de la OTAN y el resto de los países europeos? Pues vámonos tendidos.
¿Por qué empezó el conflicto en Ucrania?
Esta es, probablemente, una de las preguntas más interesantes y es que este conflicto, técnicamente, no empezó ahorita. Los especialistas, comentaristas internacionales, empiezan a referirse a este pleito como “La Guerra que Europa olvidó”.
¿Por qué? Porque se trata de las mismas tensiones que vimos hace unos 7 u 8 años con la polémica anexión de Crimea.
Raúl Bravo, columnista de Sopitas.com, lo explica a profundidad en ESTA BELLA NOTA, pero si quieren un resumen: en esos años, las fuerzas militares de Rusia apoyaron a las regiones rusoparlantes ucranianas —que, en el mapa, están más al este— a separarse e independizarse de Ucrania.
Ese pleito nunca terminó. Nunca hubo tratados de paz. Nunca hubo un alto al fuego.
A la fecha, calculan que en ese pleito de la región del Donbás en Ucrania y la posibilidad de su anexión a Rusia, se han presentado más de 14 mil muertes en menos de una década.
Se reavivó la llama en 2021
Como las mentadas velas de pastel de cumpleaños que nunca se apagan. Que por más que le soplas se siguen prendiendo y justo cuando piensas que ya están apagadas… se encienden con más enjundia. Pues eso. Al conflicto en Ucrania se le reavivó la llama en 2021.
En estos últimos meses, Rusia ha movido cerca de 100 mil tropas a la frontera de Ucrania.
Occidente ha hecho lo propio. Estados Unidos mandó más de 90 toneladas de armamento y tiene cerca de 10 mil tropas preparadas. La alianza militar de la OTAN está llenando la región: tienen fuerzas aéreas en Lituania, Bulgaria y Romania.
¿Por qué se calentaron los ánimos?
Ante esa pregunta, tenemos la ‘peor’ respuesta del mundo: nadie sabe exactamente. Eso sí, existen tres teorías principales.
La primera de ellas —la que, probablemente, sea la más ruda— es la intención reciente de Ucrania para unirse a las fuerzas de la OTAN, la Organización del Tratado del Atlántico Norte, una alianza militar que se ha ido expandiendo por Europa hacia el este. A Rusia no le gusta la idea.
En los diálogos mundiales, Moscú ha sido muy claro en que quiere ‘empujar’ a la OTAN de regreso al Atlántico.
Entre sus peticiones principales siempre ha estado que, ni Ucrania, ni ningún otro antiguo país soviético, se agregue a la alianza. También pidieron que dejen de hacer pruebas militares en las cercanías: donde ambos bandos se pueden alcanzar de un plomazo.
Otra de las teorías es el agua.
Resulta que después de los cates en Crimea de la década pasada, el gobierno ucraniano represó el río Dniéper, una importantísima frontera natural en la región. Con esa decisión cortaron el agua para “el lado” independentista… y se está luchando por una solución.
La tercera teoría es el control de territorio e influencia. Ucrania importa. Son pieza importante en el tablero de la OTAN, como son pieza importante de la influencia rusa. Tienen acceso al peleado Mar Negro.
Hasta sus ciudadanos están divididos, por cierto. De acuerdo con encuestas recientes, la mitad de las personas mira con buenos ojos a Europa. La otra mitad le tiene desconfianza al poderío de Washington y confía más en las fuerzas de Rusia. Ni ahí se ponen de acuerdo.
¿Cómo quedan los equipos?
A veces ayuda alinear estos conflictos en “equipos”, aunque claro que todos los jugadores mundiales tengan sus propios intereses. Pero bueno, nos sirve como resumen.
En cuestión de Ucrania —si llegaron hasta acá— seguro encontraron dos bandos marcados. Por un lado la OTAN, con Estados Unidos y las potencias europeas. En el otro lado está, obvio, Rusia.
Algunos otros jugadores tienen posiciones interesantes. Vámonos en una lista:
- China ha abogado, públicamente, por evitar el conflicto militar directo. Sin embargo, apoyan las dudas rusas sobre el crecimiento de la OTAN hacia el Oriente.
- Japón se unió con Estados Unidos y aseguró que, aunque no son miembros, cooperarán con la OTAN.
- Turquía está sudando la gota gorda. Normalmente apoyan ideológicamente a Rusia, pero resulta que también le venden armas a las fuerzas occidentales en Ucrania. Están entre la espada y la pared.
- Finlandia y Suecia tienen sus propios conflictos en el asunto. Técnicamente no están con uno, ni con otro, pero han hecho sus maniobras defensivas militares. En los últimos años han tenido cierto acercamiento a la OTAN.
- Bielorrusia comparte frontera con Ucrania y Rusia, pero avisó que estará aliado con Moscú. Incluso abrirá las puertas a sus militares.
Y así va avanzando este pleito histórico que, día con día, escala frente a nuestras miradas.