El tema de los refugiados sirios sigue hasta el día de hoy, siendo una de las conversaciones que más relevantes en las naciones europeas. Y es que el flujo de gente proveniente de Siria, no para, aumentado el número de muertos en el desesperado intentó por llegar a tierras más seguras.
Uno de estos refugios es la nación de Turquía, quienes han recibido una gran parte de los refugiados, pero, que en fechas recientes, cerraron la frontera de su país para evitar el flujo de inmigrantes.
Recep Tayyip Erdogan, actual presidente de Turquía, amenazó con enviar a Europa a los cientos de miles de refugiados que se encuentran en su país, debido a la petición para que reabran sus fronteras:
“No llevo escrito “idiota” en la frente. No se crean que tenemos los aviones y los autobuses preparados para nada. Nuestra paciencia tiene un límite. Haremos lo que sea necesario.”
Erdogan también confirmó las negociaciones reveladas por la prensa con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en las que amenazó con el destierro de los migrantes a Europa si no recibe la cantidad suficiente para mantenerlos en suelo turco.
“Estoy orgulloso de habérselo dicho, Defendimos los derechos de Turquía y de los refugiados. Dijimos a los europeos: Lo sentimos, abriremos las puertas y diremos adiós a los migrantes.”
Estas declaraciones salen a la luz después de que, Jens Stoltenberg, secretario de la OTAN anunciara que una misión naval aliada bajo mando alemán, se dirigirá en las próximas horas hacia el mar Egeo para ayudar a luchar contra el tráfico humano de migrantes.
Esta iniciativa fue pedida por Grecia y Turquía, países separados por el Egeo, ruta principal tomada por los migrantes para ingresar a Europa, ocasionando la muerte de muchos (ahogo).
Los 3 mil millones de euros que la Unión Europea propuso para ayudar a Turquía, le parece “módica” a Erdogan, quien ha declarado que han gastado 8 millones solamente en campamentos de refugiados.
Este acuerdo aprobado por la Unión Europea, fue prometido a cambio de que Ankara frene el flujo migratorio hacia Europa.
