El Procurador General de Estados Unidos informó que el sospechoso de los atentados de Boston, Dzhokhar Tsarnaev, fue acusado formalmente de usar y conspirar con armas de destrucción masiva.
El gobierno federal de EUA ha levantado dos cargos en contra del sospechoso de los atentados perpetrados en el maratón de Bostón. Uno por usar un arma de destrucción masiva con resultado de muerte, y otro por destrucción maliciosa de propiedad por medio de un dispositivo explosivo con resultado de muerte.
El Washington Post pone los cargos en su sitio de Internet (para revisarlos completos haz clic aquí –está en inglés–)
La Casa Blanca ha dicho que el sospechoso no será procesado como un «enemigo de guerra» en un tribunal militar, sino como un ciudadano de los Estados Unidos en un juzgado civil.
La razón de lo anterior es que Tsarnaev está naturalizado como ciudadano estadounidense y bajo las leyes estadounidenses un ciudadano americano no puede ser procesado por un tribunal militar. Pero no importa, ya que (según el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney) la corte federal ha procesado los casos de terrorismo desde los atentados del 2001.
Según la revista Time, la explicación por la que esas olla-bomba han sido consideradas «armas de destrucción masiva» es porque en su definición legal, cualquier explosivo es considerado como tal.
Tsarnaey permanece en el hospital gravemente herido tras su captura el viernes pasado. De ser encontrado culpable Tsarnaev podría ser condenado a pena de muerte o cadena perpetua.
Los terroristas y la discusión migratoria en Estados Unidos.
El Presidente pro tempore de los Estados Unidos de América, Patrick Leahy (demócrata), ha pedido a los Republicanos que no utilicen el tema de los atentados como un arma en el debate sobre la inmigración. La polémica explotó ya que los republicanos respondieron que los demócratas utilizan a la figura de la familia en las discusiones sobre el control de armas. Es decir la discusión aquí es que se politizan dos temas (la familia y su seguridad y los extranjeros y la seguridad nacional —se puede consultar una reflexión al respecto en este artículo del Washington Post—).
En todo caso, parece que los diferentes debates dentro de la agenda política de Obama durante su reelección tendrán un tinte interesante a partir de los últimos eventos que han sucedido en los Estados Unidos.