Aplicando el “sería más popular, pero me chingué la rodilla”, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asegura que si no fuera por uno que otro pequeño escandalito que se le ha desatado, tendría una popularidad que ni Obama…
Aunque algunas encuestadoras apenas le dan el 43% de aprobación a su presidencia, el mandatario color de achiote no tuvo empacho en presumir en sus redes sociales que el pueblo le da una calificación de 50%…
Working hard, thank you! pic.twitter.com/3SoWTkZjP6
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 6 de diciembre de 2018
Lo curioso, según los especialistas en estas cosas de los números, es que, aunque ninguna encuesta es del todo confiable, Rassmussen (la empresa que concede el porcentaje no tan gacho de aprobación a la administración de Trump) se pasa de lanza, ya que para sus mediciones utiliza valores atípicos… no confiables, pa’ pronto.
“Trabajando duro, ¡gracias!”, escribió el republicano en su cuenta Twitter para acompañar la masturbatoria cifra de aprobación de la encuesta de Rasmussen.
Sin embargo, goloso como es, Trump no quedó satisfecho con presumir su dudoso porcentaje aprobatorio y echando cálculos a su manera (o sea, al puro chilazo), aseguró que la verdadera aprobación que tiene su mandato es más o menos del 75%… de no ser porque existiera eso del Rusiagate y otros asuntitos que lo tienen en la mira de la justicia. Puro “acoso presidencial”, lamentó el republicano.
Without the phony Russia Witch Hunt, and with all that we have accomplished in the last almost two years (Tax & Regulation Cuts, Judge’s, Military, Vets, etc.) my approval rating would be at 75% rather than the 50% just reported by Rasmussen. It’s called Presidential Harassment!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 6 de diciembre de 2018
“Sin la falsa cacería de Rusia Sin la falsa caza de brujas de Rusia, y con todo lo que hemos logrado en los últimos dos años (…) mi índice de aprobación sería del 75% en lugar del 50% que se acaba de informar Rasmussen. ¡Eso se llama hostigamiento presidencial!”.
Tssss, si a esas vamos. Hasta EPN hubiera dejado la presidencia con una aprobación del 90%… segurito alcanzaba ese porcentaje… nomás tenía que quitar lo de Ayotzinapa, la Casa Blanca, el TLCAN, los gasolinazos, los asesinatos de periodistas, los feminicidios, las transas de Javidú y César Duarte, el poner a sus cuates en el gabinete, el aumento de la violencia, etcétera… quitando eso, ufff el pueblo quedó más que satisfecho con su chamba.