El ex jefe de gabinete del vicepresidente Dick Cheney, I. Lewis Scooter Libby, fue perdonado por el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
“No conozco al Sr. Libby, pero durante años he escuchado que ha sido tratado injustamente. Afortunadamente este perdón completo ayudará a rectificar una parte muy triste de su vida” declaró Trump.
Pero ¿qué significa?
Que desde su cargo como máximo líder de la nación le otorgó un perdón oficial por sus condenas por perjurio y cargos por obstrucción de la justicia, mismos que le fueron adjudicados por la CIA en la era Bush.
El señor Libby fue declarado culpable de 4 delitos -en 2007- por perjurio ante un gran jurado, mintiendo al FBI y a los investigadores, es decir por obstrucción de la justicia durante una investigación sobre la divulgación del trabajo de Valerie Plame Wilson, una agente de la CIA. Es decir que dio a conocer la identidad de una agente encubierta en una investigación.
En ese momento, el presidente Bush le perdonó la pena de prisión por 30 meses a la cual lo habían sentenciado, pero no quizo indultarlo por completo a pesar de las solicitudes que recibió de su vicepresidente Dick Cheney. Libby habría servido a Cheney como jefe de gabinete.
Es decir, que el “perdón” de Bush impidió que fuera a prisión pero sí fue inhabilitado como abogado.
Esa decisión puso la relación del presidente y del vicepresidente en aprietos.
Durante años, este caso estuvo en boca de los conservadores que argumentaban que Libby era una víctima de un “fiscal especial enloquecido”. El diario El País refiere que quizás este argumento le pudo haber llegado a Trump, quien también se ha quejado en muchas ocasiones que la investigación acerca de la relación Rusia-Estados Unidos se trata de una “cacería de brujas” injusta.
Aunque el indulto también significa que Trump perdonó a alguien que es acusado de filtraciones, a pesar de que últimamente le declaró la guerra a las fake news y a las “filtraciones de información”.
¿Y para qué lo perdonó entonces?
El perdón de un presidente equivale al “perdón oficial”, mas no a la exoneración.
Un perdón no se traduce en inocencia, pero sí se eliminan muchas de las consecuencias de una condena como cualquier repercusión sobre el derecho al voto, ocupar un cargo de elección popular o formar parte de un jurado.
Pa’ pronto los que buscan un perdón oficial están esperando que se borre el estigma social de una condena penal.
President Trump pardoned I. Lewis Libby Jr., offering official forgiveness for his convictions on perjury and obstruction of justice charges. Conservatives have long argued he was a victim of a special prosecutor run amok. https://t.co/dFjGM9vHKh pic.twitter.com/0MmoSOd95x
— NYT Politics (@nytpolitics) 13 de abril de 2018