La semana pasada, cuando Enrique Peña Nieto se convirtió en edecán por un día del programa “Bienvenido Paisano”, se aclaró que tanto connacional que está siendo rebotado de los Estados Unidos no es parte del “(d)efecto Donald Trump”. Es más, el programa en el que semanalmente llegan mexicanos deportados nació desde épocas de Obama. Así que mejor dirijan su coraje a otra parte.
Para abonar al asunto, el Servicio de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos (ICE) aseguró el sábado que las redadas que se están reportando en redes sociales no son más que “operaciones rutinarias”. Así que, con el sello de la casa, no tuvieron empacho en señalar que las noticias en las que se denuncia que han aumentado los puntos de control y redadas contra migrantes son “falsas, peligrosas e irresponsables”, y sólo ponen en peligro innecesario a los agentes de migración, además de generar pánico masivo.
Pero cómo no quieren que la gente en Estados Unidos no entre en pánico (sobre todo la comunidad migrante), si la semana pasada los medios reportaron que en seis estados de la unión americana se detuvo y regresó a sus países de origen a por lo menos 350 personas. Todo conforme la orden ejecutiva dictada por Trump el pasado 25 de enero.
Las redadas contra indocumentados en Estados Unidos se han realizado en California, Texas, Georgia y otros estados https://t.co/0beAwWJ9os pic.twitter.com/2PGuGo9IzB
— CNN en Español (@CNNEE) 11 de febrero de 2017
Cumpliendo lo prometido
Pero bueno, para que los inmigrantes en Estados Unidos salgan de la duda y realmente comiencen a sentir miedo de salir a la calle, ayer el presidente fue el que confirmó que, efectivamente, se está haciendo valer su orden de aumentar el números de redadas contra indocumentados… No se espanten tanto: según el exótico mandatario, sólo se está arrasando con los (que para él son) criminales.
The crackdown on illegal criminals is merely the keeping of my campaign promise. Gang members, drug dealers & others are being removed!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 12 de febrero de 2017
Una de las promesas de campaña del actual presidente norteamericano fue la de deportar a 11 millones de inmigrantes indocumentados que actualmente viven en Estados Unidos. Algo que luce casi imposible, tomando en cuenta que su predecesor, Barack Obama, sólo pudo con 2.8 millones en ocho años de mandato. Aunque mejor no hay que retarlo…
De continuar con su ritmo de 350 por semana, al año apenas estaría retachando a poco más de 18 mil migrantes. “Sólo” 145 mil 600 (más o menos) si es que se avienta ocho años de mandato. Así que si le pasan este dato a Trump, no hay que dudar que en próximas fechas le meta pasión al asunto, en su deseo de llegar a la meta deseada.
Váyanse preparando: dado que le tienen congelada su orden “antimusulmana” entre hoy y mañana prometió dar a conocer nuevas medidas migratorias. Por ahí podría colarse una “anti mexicana”. Con él nunca se sabe.