La Trumpnovela sigue su curso. Después del despido de James Comey, la filtración de “información altamente secreta” a oficiales rusos y la posibilidad de un juicio político contra el presidente Donald Trump, ahora el Departamento de Justicia nombró a Robert Mueller, exdirector del FBI, como fiscal especial. Mueller se encargará de la investigación de la agencia de inteligencia sobre la injerencia de Rusia en el proceso electoral estadounidense de 2016 y sus vínculos con allegados al magnate. El nombramiento de Robert Mueller, argumentó el vicefiscal general Rod Rosenstein, es para darle certeza a la población de que la averiguación del caso será hecha por un independiente y será confiable. Al presidente Trump no le cayó nada bien este nombramiento. A través de su cuenta de Twitter —pues dónde más— el magnate se quejó: “Con todos los actos ilegales que tuvieron lugar en la campaña de Clinton y en el gobierno de Obama, nunca se designó un asesor especial”. Y después remató con este mensaje: “Esta es la mayor cacería de brujas a un político en la historia de Estados Unidos”.

En un principio, Trump había evitado posicionarse respecto al nombramiento de Mueller y en un breve comunicado indicó: “Como he afirmado otras veces, una investigación completa confirmará lo que ya sabemos, que no hay colusión entre mi campaña y alguna entidad extranjera. Espero que esto concluya rápidamente”. Robert Mueller es un veterano del FBI, fue director de la agencia entre 2001 y 2013 y tiene apoyo tanto por parte de los republicanos como de los demócratas. Como fiscal especial externo, Mueller contará con todas las facultades de un fiscal federal como la posibilidad de presentar cargos penales. A pesar de que su trabajo lo realizará fuera de la cadena de mando regular, el flamante fiscal no será independiente del todo, y auge Rosenstein todavía tendrá la capacidad de despedirlo. El predecesor de Comer tiene 72 años y ha sido descrito por especialistas como el más apto para el puesto ya que “no hay nadie mejor para seguir tenazmente un objetivo sin sucumbir a la presión”.

Robert Mueller, exdirector del FBI
Foto: Getty Images

De acuerdo con la agencia informativa Reuters, el exconsejero de Seguridad Nacional, Michael Flynn, y otros asesores del equipo de campaña del presidente Donald Trump tuvieron contacto con funcionarios rusos y otros personajes ligados al Kremlin. Según la información publicada por la agencia, al menos hubieron 18 llamadas y correos electrónicos entre allegados a Trump y funcionarios del gobierno de Vladimir Putin durante los últimos siete meses de la carrera presidencial de 2016. El número más reciente de la revista Time no pasó por alto los últimos episodios en la relación bilateral y le dedicó su portada a la injerencia rusa en la política estadounidense. La portada, diseñada por la firma Brobel Design, muestra a la Casa Blanca siendo tragada casi por completo por la Catedral de San Basilio.

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