Aunque los aranceles que hasta ahora ha impuesto contra productos de China no han tenido otro efecto que hacerlo ver muy gandalla y comenzar a afectar el bolsillo de consumidores y empresarios, Donald Trump prevé aumentar el arancel a productos enlistados apenas el 10 de julio.
De acuerdo con The Washington Post, el presidente de Estados Unidos analiza subir de 10 a 25% los aranceles sobre importaciones de productos provenientes de China. Al dar a conocer los aranceles a una lista de producciones chinas, por 200 mil millones de dólares, Trump señaló que la tasa sería únicamente del 10%, sin embargo, una fuente anónima advirtió que casi está planchado el nuevo gravamen, el cual sería propuesto hoy mismo, miércoles 1 de agosto.
Recordemos que a principios del recién concluido julio, el gobierno de Donald Trump estableció aranceles de 25% a importaciones de productos chinos valorados en 34 mil millones de dólares. En respuesta, la administración de Xi Jinping ordenó una medida similar: aranceles de 25% a productos estadounidenses. Sin embargo, Trump aplicó la de “el que pega primero, pega dos veces” y para que China se diera cuenta que la guerra comercial iba en serio, contrarrestó con aranceles a una nueva lista de productos. Este último gravamen fue de sólo 10% y es el que sería aumentado a 25%.
Lo anterior, pese a que los efectos de la disputa comercial Estados Unidos-China ya tiene efectos en la economía de los estadounidenses. De acuerdo con diversos reportes, las latas de refresco en el vecino país del norte ya presentan incrementos en precios al consumidor. Además, los costos de automóviles también van al alza, principalmente por la escalada de precios de materiales necesarios para la fabricación. “Claramente es perturbador para nosotros. Es perturbador para nuestros clientes, pero es necesario”, señaló el director ejecutivo de Coca-Cola, James Quincey.
Según indica Milenio, el incremento de los aranceles no se activaría sino hasta después de un periodo de comentarios públicos. Como es lógico, la elevación del gravamen a 25% podría significar la intensificación de la disputa comercial que ya existe entre dos de las principales economías del mundo. Hasta el momento, el gobierno de China no se ha pronunciado al respecto; sin embargo, de concretarse los aranceles a 25%, seguramente habrá un posicionamiento.