A principios de septiembre nos enteramos de una chica sacó a pasear a su tigre de bengala por los pasillos de Plaza Antara, en la alcaldía Miguel Hidalgo de la Ciudad de México. Aunque esta vez no fue en una plaza comercial, nuevamente volvemos a ver tigres paseando con correa como si nada en este México mágico.
Hace unos días comenzó a circular en redes sociales un video que muestra cómo una niña pasea a un tigre con una correa, como si fuera un perrito, pero esta vez en las calles de Guasave, en Sinaloa. El video fue grabado por alguien que la conocía desde una camioneta.
El copiloto le dice al conductor que mire como la gente sale a pasear con tigre y luego le pregunta a la niña si “no come”. La niña responde riéndose que no y le dice que “allá en la casa está la más chiquita“, refiriéndose a otro tigre.
En #Guasave #Sinaloa esta niña fue captada por un automovilista, cuando paseaba un tigre por la calle. Solo en México…👇🏾🤦🏾♂️ pic.twitter.com/lfPqE5a12O
— Juan Rivas (@Rivas_Juan) October 12, 2020
Este video ha causado mucha indignación entre los usuarios de redes sociales, quienes afirman que los tigres no son una mascota y que ese felino debería estar en un santuario o en algún lugar adaptado para él y no encerrado en una casa.
¿Es legal tener un tigre como mascota?
Pues fíjense que si. La Ley de Vida Silvestre de nuestro país explica que es legal tener una especie exótica solo en el caso de que se adquiera a través de vendedores oficiales de animales. Para ello los lugares que se dedican a vender estas especies de manera legal tienen que tener con un permiso de la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat). Eso sí, la especie no debe estar en peligro de extinción.
Si quieres tener un ejemplar exótico como mascota o animal de compañía necesitas de ciertos documentos: el formato de autorización de ejemplares exóticos de Semarnat, identificación vigente, comprobante de domicilio donde se encuentre el ejemplar y documentación que acredite la legal procedencia de los ejemplares a registrar.
Además cartillas médicas del animal y la carta compromiso de que el interesado se hará responsable del ejemplar.