Hollywood, con sus millones de dólares en efectos especiales, tiene películas de tornados y cientos de escenas entre incendios. Pero esta semana, la vida real le dijo ‘están chavos’ a los productores de cine cuando nos presentó un tornado de fuego con vientos de más de 230 kilómetros por hora arrasando California.
Las imágenes del torbellino en llamas son espeluznantes. Si a eso le sumamos la muerte de seis personas y que hay más de 500 kilómetros cuadrados de tierra completamente carbonizados, el incendio que arrancó este pasado 26 de julio es algo histórico para los estadounidenses.
Turn the sound on. This is terrifying. #CarrFire #Redding
(Video via @ABC10) pic.twitter.com/y8L4cOAptz
— Liz Kreutz (@ABCLiz) 27 de julio de 2018
A causa del viento, los reportes muestran plantas arrancadas, árboles caídos, casas sin techo y coches a cuadras de distancia de donde estaban estacionados. De acuerdo a los meteorólogos, los californianos se estaban enfrentando a un tornado de categoría 3 —de 5 posibles— porque recorrió “16 kilómetros en muy poco tiempo”.
Eso ya suena suficientemente mal, ahora cuéntenle que el pequeño torbellino cargaba consigo un incendio de proporciones bíblicas y las imágenes de destrucción empezarán a tomar un tinte apocalíptico.
¿Cómo cuernos terminas con un torbellino de fuego en tu patio trasero?
Primero, tenemos que considerar que el incendio ya era algo bárbaro. Cuando llegó el momento de convertirse en torbellino, el fuego ya había rostizado una superficie del tamaño de Hermosillo.
De acuerdo a los expertos entrevistados en el Washington Post, el fuego estaba atrapado en una cámara de aire que no le permitía superar los 6 kilómetros de altura. Sin embargo, de golpe, una corriente de viento rompió la cámara de aire permitiendo que las llamas y el humo superaron los 12 kilómetros. El crecimiento vertical espontáneo y la fuerza del fuego, convirtieron estos movimientos en corrientes de vientos giratorias.
¡Y voilà! Así consigues unas de las imágenes más aterradoras que nos hemos encontrado.
En estos momentos, el Incendio Carr —así se llama— todavía no está completamente bajo control, pero sí le bajó dos rayitas a la destrucción. Eso sí, ya se convirtió en uno de los más devastadores en toda la historia de California.
