Faltan unas horas para que den comienzo la toma de protesta presidencial de Enrique Peña Nieto y las ceremonias que la anteceden. Aquí les compartimos los detalles:
A 3 de la tarde, el aún presidente electo, Enrique Peña Nieto dio a conocer los nombres de las personas que conformarán su gabinete para el próximo sexenio.
Pero ¿cómo será la toma de protesta presidencial?
Primero, al filo de la media noche del día de hoy, el todavía presidente Felipe Calderón entregará la banda presidencial en la Residencia Oficial de los Pinos. Es muy probable que dicha ceremonia sea transmitida en cadena nacional pero no se ha confirmado si Peña Nieto realizará su primer discurso en el mismo acto.
A las 6 de la mañana del sábado, se realizará una marcha que cercará el palacio legislativo en la franja que va de Eduardo Molina a Fray Servando y estará encabezada por el movimiento #YoSoy132, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el Frente Popular en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco. Además, Andrés Manuel López Obrador, líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), convocó a un mitin en el Ángel de la Independencia para expresar su rechazo al nuevo gobierno.
La toma de protesta está programada para llevarse a cabo en el Congreso de la Unión en San Lázaro, en la sede de la Cámara de Diputados. El acuerdo establece que la sesión de Congreso General se desarrollará a partir de las 09:00 horas, con la lista de asistencia y declaración de quórum.
Se dará lectura a los resolutivos del Bando Solemne expedido por la Cámara de Diputados el 4 de septiembre, para dar a conocer la declaración del presidente electo, y se leerá el artículo 87 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que dice:
El presidente, al tomar posesión de su cargo, prestará ante el Congreso de la Unión o ante la Comisión Permanente, en los recesos de aquél, la siguiente protesta: “Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidente de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la unión, y si así no lo hiciere que la nación me lo demande”.
Después, las siete fracciones parlamentarias fijarán su postura (tienen 10 minutos cada una) e irán por orden de miembros constituyentes, así, se empezará con Nueva Alianza y se terminará con el Partido Acción Nacional.
Una vez concluida esta parte de la ceremonia solemne, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa arribará al salón de sesiones para entregar la banda presidencial al presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jesús Murillo Karam.
Peña Nieto luego iniciará la ceremonia de toma de protesta y hará la “toma de los honores de ordenanza al nuevo titular del Poder Ejecutivo de la Federación” para luego clausurar la sesión de Congreso General.
Las invitaciones ya fueron enviadas y se ha confirmado que mandatarios de todo el mundo acudirán a la ceremonia. En la lista figuran los mandatarios de Perú, Ollanta Humala; de Chile, Sebastián Piñera; de Colombia, Juan Manuel Santos; de Guatemala, Otto Pérez Molina y de Ecuador, Rafael Correa. También acudirá Felipe de Borbón, Príncipe de Asturias.
Se contará con la presencia de Joseph R. Biden vicepresidente de Estados Unidos y los vicepresidentes de Cuba, Argentina, Uruguay y Brasil además de los 500 diputados y 128 senadores de nuestro país
Las avenidas Congreso de la Unión, Viaducto, Fray Servando, Eduardo Molina y Eje 1 Norte están cerradas a la circulación. Y las estaciones de metro Fray Servando y Candelaria cerrarán el sábado.
Muchos se han quejado de que las medidas de seguridad adoptadas por las fuerzas policíacas han sido exageradas, por ejemplo, el cierre de varias estaciones de metro días antes de la ceremonia –que por cierto ya fueron reabiertas- o la prohibición de la circulación peatonal en las calles que rodean San Lázaro.
Peña Nieto comienza su gobierno con una despliegue desmesurado de operativos de seguridad y deberá enfrentarse también al hecho de que un sector de la población no está dispuesto a validar su próxima administración y se lo harán saber desde el día uno.