El Centro Pro de Derechos Humanos reveló un documento en el que se lee que la orden que le dieron a los militares en Tlatlaya fue “abatir a los delincuentes”. También se difundió que en menos de 48 horas se dejó libre a los 4 policías acusados de torturar testigos.
En conferencia de prensa se mostró una copia de un documento en el que consta que la orden expresa de los elementos militares que tuvieron que ver en el caso Tlatlaya fue la de “abatir a los delincuentes en horas de oscuridad”.
‘‘Las tropas deberán operar de noche en forma masiva y en el día reducir la actividad a fin de abatir delincuentes en horas de oscuridad, ya que el mayor número de ilícitos se comete en ese horario’’, señala la orden recibida por el teniente de infantería Ezequiel Rodríguez Martínez, líder del grupo militar que intervino en los hechos.
Durante la presentación del informe “Tlatlaya a un año: la orden fue abatir”, estuvo presente Clara Gómez, una de las sobrevivientes de lo ocurrido el 30 de junio de 2014, cuyo testimonio es crucial para saber bajo qué condiciones se llevó a cabo la ejecución de 22 personas hace un año en ese municipio mexiquense.
Ante este nuevo elemento, Mario Patrón Sánchez, director del Centro Pro, expresó:
“el esclarecimiento de Tlatlaya demanda que por primera vez se investigue en México con eficacia y debida diligencia la cadena militar de mando hasta sus últimas consecuencias’’.
Apenas ayer informamos de la detención de cuatro de los siete policías sospechosos de haber torturado a testigos de los hechos ocurridos en Tlatlaya, Estado de México, pero así de rápido obtuvieron ya libertad provisional, esto tras el pago de una fianza de 59 mil pesos.
El responsable de otorgar la momentánea libertad a los agentes ministeriales fue un juez de Toluca, mismo que se negó a ordenar la aprehensión de los otros tres policías que supuestamente serían detenidos como parte de las investigaciones de la Fiscalía para Atender Delitos cometidos por los servidores Públicos de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM).
A un año de los hechos ocurridos e Tlatlaya, donde 22 personas fueron ejecutadas, la PGJEM dio a conocer que la detención de los uniformados se debió a que se tenía los elementos suficientes para acusarlos de maltrato psicológico y físico contra tres mujeres que supuestamente habrían presenciado lo sucedido en una bodega de San Pedro Limón, el 30 de junio del 2014.
Aunque en total eran siete los polis acusados de haberse excedido en las “calentaditas” aplicadas, sólo cuatro de ellos fueron aprehendidos y enviados al Centro de Prevención y Readaptación Social de Santiaguito, en Almoloya de Juárez… se esperaba que en las horas siguientes se aplicara lo mismo para el trio faltante.
Sin embargo, con el recurso otorgado a los sospechosos de tortura, la presentación de los otros tres policías quizás no ocurrirá pronto, ya que la Fiscalía encargada del caso –la de Delitos Cometidos por Servidores Públicos mexiquense- posiblemente ya no requiera su detención, por el momento.
Con la libertad provisional los agentes aún no la libran, ya que se espera que en las próximas horas se determine si los servidores públicos serán vinculados a proceso penal o bien, o bien, volverán a aplicar tehuacanazos en la búsqueda de la verdad.