En uno más de esos hechos que hacen que creamos que algo pesado está pasando en la Ciudad de México (porque ya sabemos que es tema de percepción), cuatro sujetos fueron detenidos mientras daban el rol por las vías de Tláhuac en un auto deportivo de lujo. Seguro muchos de ustedes tienen uno igual, así que considerarán el hecho como un ejemplo de gandallismo policial. Quizás en un principio sí, pero al inspeccionar el interior de la nave, los agentes encontraron algo que pocos pueden presumir (salvo que ahorren por un año): 3.5 millones de dólares en efectivo.

El interesante hallazgo se dio durante uno de los operativos realizados desde el pasado 20 de julio,  cuando el abatimiento de El Ojos provocó narcobloqueos (prefijo colocado sólo porque los hicieron narcomenudistas). De acuerdo con los efectivos, se pretendía que los ahora detenidos pasaran por un retén instalado entre Guillermo Prieto y La Turba. Sin embargo, al momento de indicarles el alto intentaron huir… evidentemente fallaron y fue así que se les sometió a la inspección de rigor, con la que se les detectó la superlativa suma de dinero la cual estaba repartida así: 239 mil 300 millones de pesos y mil 475 dólares. En total, según cálculos de la SSP, 3.5 millones de dólares…. todo producto de la compra-venta de autos, que es a lo que el conductor del auto dijo dedicarse.

Van seis días de operativos en Tláhuac, el mismo tiempo que lleva desaparecido el delegado de la demarcación, Rigoberto Salgado Vázquez, a quien se le han señalado supuestos vínculos con el ahora fallecido Felipe de Jesús Pérez, El Ojos. De acuerdo con La Jornada, Salgado es “ilocalizable”: no atiende llamadas a su celular y en la secretaría particular se desconoce su ubicación… claro, toman el recado y se lo pasan a su secretario particular, Reyes Amador Díaz, quien se limita a responder que el delegado después contestará “porque se encuentra en una reunión”.

Luego de que elementos de la Marina abatieron al líder del Cártel de Tláhuac, Salgado Vázquez se aventó la puntada de decir que la incursión de las fuerzas armadas a la demarcación que él administra fue de su total desconocimiento. Es más, él se enteró por las redes sociales: “tanto el gobierno federal como el estatal tienen que asumir su responsabilidad de que la seguridad es un derecho de todos y debe haber un trabajo coordinado”, solicitó.

 Y, obvio, si no sabía que la Marina le iba a caer a su delegación, menos iba a saber cuál era el motivo de la visita. Al día siguiente del operativo que acabó con el líder criminal y siete de sus supuestos colaboradores, el delegado negó cualquier vínculo con El Ojos. La negativa no fue gratuita: se dio por una supuesta ficha delictiva de la Semar, en la cual se indica que el líder del Cártel de Tláhuac financió la campaña electoral de Salgado.

Por el momento no existe una investigación directa sobre el delegado. Quizás debería de existir una y no sólo por su posible nexo con El Ojos. A ver si cuando las autoridades se animen, el delegado no anda más “ilocalizable”.

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