Aurelio Nuño, encargado de la Secretaría de Educación Pública, no hizo un lugar en su agenda para ir al diálogo que, de manera unilateral, acordó realizar la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), esto en las afueras del Auditorio Nacional.
Aunque nunca recibieron confirmación, los de la coordinadora hicieron todos los preparativos para llevar a cabo el “debate público” en las escalinatas del “coloso de Reforma”: hasta habían colocado sus dos hileras de mesas y sillas, cada una ya asignada para el titular de la SEP y los miembros de la CNTE que se iban a echar un buen encerrón en el denominado “Diálogo público entre la CNTE y el secretario de Educación. El modelo educativo y la verdadera evaluación”.
Por haberles hecho el feo, el dirigente de la Sección 22 de Oaxaca, Rubén Núñez, señaló que para ellos (los de la Coordinadora) el titular de la SEP “ya no es un interlocutor válido, estamos ahora exigiendo su renuncia (…) Aquí está nuevamente la mentira de quien no debería ni siquiera ser el titular de la SEP”.
Luego de esperar alrededor de media hora a que Nuño hiciera su aparición (o de menos les mandara a algún representante), los de la CNTE iniciaron su conferencia de prensa en la que dirigentes y representantes magisteriales del DF, Estado de México, Oaxaca, Guerrero, Coahuila, Veracruz y Michoacán declararon como “una farsa total” a la reforma educativa impulsada por Enrique Peña Nieto.
Además de eso, aseguraron que ya que la administración que Nuño realiza en la SEP cada vez se parece más a la de una corporación policiaca… pues mejor le deberían de dar chamba en una institución más acorde a su perfil:
“La CNTE solicita la renuncia de Nuño y que mejor lo pongan en la Secretaría de Seguridad Pública, donde podría hacer uso de los toletes para agredir”.
En fin, mientras los disidentes esperaron en vano la llegada del de la SEP, la dependencia informó la conclusión de la primera fase de la Evaluación del Desempeño, la cual se realizó “exitosamente”.
Eso sí, aunque fueron evaluados 132 mil docentes y directores de educación básica y media superior, otros 3 mil 719 maestros están en riesgo de ser despedidos, esto por no presentarse a su respectiva prueba.