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La siguiente nota puede serte de gran utilidad. Si eres mujer, échale un ojo y checa si no la estás regando. Si eres hombre, busca la manera de hacerle llegar esta información a tu novia, para que la paz y la tranquilidad vuelvan a tus días.

En una relación de pareja, las mujeres suelen culpar a los hombres de todo lo malo que ocurre. Y pues sí, algunas veces tienen razón, pero a ellas ¿quién les reclama?

Sí sopicuatas, ustedes tampoco son perfectas. Y así como una vez les mostramos (por su bien) sus errores más comunes durante el sexo, ahora les traemos algunas de esas fallas que tienen en su relación, y que pueden estar cansando poco a poco a los mártires de sus novios.

Si algunas veces reaccionamos de mala gana, o nos sienten distantes, puede que sea porque incurren en alguna de estas conductas que nos caen como patada de burro en las costillas:

No des sermones

A ustedes les encanta hablar, hacen un drama por cualquier cosita y para colmo, discutir con una mujer es como presenciar un monólogo en el que los hombres somos los espectadores. Además está su especial capacidad para prolongar el reclamo por horas (aunque le den vueltas al mismo argumento una y otra vez). Cansan. ¿No podrían echarnos su choro sólo una vez?, total, de todas formas ni les haremos caso.

No intentes cambiar a tu pareja

Se supone que te enamoraste de tu novio por lo que es. ¿Por qué entonces quieres cambiarlo después? A ver Sopicuata, sentimos desilusionarte, pero NO existe el hombre perfecto.

-Ay no, el mío sí es perfecto, dirá alguna de ustedes.

¡La manga qué!, todos tenemos nuestros defectos y hasta nos enorgullecemos de ellos. Y saben, no vamos a cambiar. Si se enamoraron de un borracho parrandero, resígnense que así será también durante el noviazgo. Como diría Mariano Osorio: “Cada persona tiene un sueño de vida, y aunque existan metas comunes, no se puede imponer uno sobre otro”.

No invadas su espacio

Este es muy importante. Necesitamos nuestro tiempo para gozar de otros placeres de la vida, que ya estaban en nuestra existencia desde antes que ustedes. Como hombres queremos ver los juegos de fucho de nuestro equipo favorito, también nos gusta salir con los amigos a tomar un trago. Lo malo es que muchas de ustedes se ponen histéricas si esto sucede y empiezan con la cantaleta de “no entiendo cómo no prefieras estar conmigo’.

Pues sí reinas, pero tampoco podemos estar viviendo para ustedes las 24 horas. Les aconsejamos que también vean a sus amigas, lean Fifty Shades of Grey, o algo así. El chiste es que no se les cierre el mundo cuando no nos ven. Debe ser horrible estar sin nosotros, que somos unas maquinas sexuales, pero entiéndanos, también necesitamos aire.

No nos lleven de compras

No dudamos que haya algún espécimen raro al que esto del ‘shopping’ le guste. Pero a la mayoría, ir de compras nos parece un castigo. Nos aburre y pone de malas. Hora y horas viendo cómo te pruebas decenas de prendas (aunque ni compres nada), tener que andar cargando bolsas, y lo peor, contestar una y otra vez la pregunta ¿cómo me veo?

Por alguna extraña razón las mujeres nos piden opiniones de la moda y de la forma en la que luce en ellas la ropa, cuando la verdad es que no tenemos ni la más remota idea en este tema. Nos gusta más verlas sin ropa, punto.

No sea celosa

Qué si tenemos varios comentarios de algunas amigas en nuestro muro de Facebook, que si fuimos demasiado amables con la cajera de la tienda, que si nos ven platicando con alguna fémina, y de ahí un enorme etcétera. El 99% de las veces estos celos son infundados.

No nos hagan esperar

Exaspera que al pasar por ustedes, nos tengan horas esperando a que terminen de arreglarse. Pero eso sí, si uno es el que llega tarde, nos arman un relajito del cual ni Dios Padre nos salva.

No nos obliguen a convivir con sus amigas

Si sólo vas a ver a tu amiga en un café, o irás a una reunión en la únicamente estarán presentes puras mujeres, no obligues a tu novio a que te acompañe. Eso de escuchar por horas temas aburridos y cursis es de lo peor.

No caigas en la rutina

No te vuelvas monótona. No caigas en lo mismo todas las semanas, parte del encanto de una buena relación es hacer cosas nuevas: salgan de viaje, hagan locuras, sorpréndelo en la cama. Lo que sea que ayude a volver de un día común, algo memorable.

Chale, escribiendo lo anterior me sentí como redactor de la revista Vanidades.

No preguntes ¿Qué tienes?

Si nos ven callados o dispersos, no empiecen con su invasión de preguntas:
¿En qué estás pensando?
¿Te pasa algo?
¿Por qué estás callado?

La mayoría de las veces no nos pasa nada. Solamente que no necesitamos estar de parlanchines todo el tiempo. Somos más reflexivos.

Y ya.

Esperamos que con estos consejos, logren fastidiar menos a sus novios.

No nos agradezcan.

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Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

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