En 2016, los habitantes de Reino Unido tomaron una decisión histórica en el referendo sobre la salida de su país de la Unión Europea —o lo que conocemos como Brexit, la abreviación de las palabras Britain (Gran Bretaña) y exit (salida)—. Sin embargo, el tiempo ha pasado y junto con él las renuncias de distintos funcionarios, las peticiones para dar marcha atrás o acelerar el proceso.
Además, la figura de Theresa May como primera ministra está en riesgo ante la moción de confianza, en la Cámara de los Comunes.
Para entender de qué van los riesgos y por qué es relevante la decisión de la Cámara de los Comunes, vale recordar cómo es que Reino Unido llegó hasta aquí, con un par de controversias que han seguido los pasos de Theresa May.
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La incertidumbre
Después del referendo del Brexit —que se llevó a cabo el 23 de junio de 2016— y la dimisión de David Cameron, exlíder del Partido Conservador y ex primer ministro; Theresa May llegó a poner orden en el proceso de salida de Reino Unido de la UE.
Pero su gestión en este tema ha estado llena de incertidumbre, del rechazo de los conservadores por el rumbo y la tardanza de los acuerdos y las peticiones de la sociedad civil de dar marcha atrás.
Este clima ha rondado la gestión de May hasta llevarla a un punto similar al que vivió David Cameron.
Las renuncias
En el proceso ha renunciado quien era el secretario del Brexit, Dominic Raab, y la secretaria de Trabajo Esther Esther Mcvey así como Boris Johnson, quien era ministro de Asuntos Exteriores. Todos renunciaron —en 2018— debido a los desacuerdos con May en el Brexit. De esta manera, la estructura del poder de la primera ministra se debilitaba ante las presiones de la Cámara de los Comunes y la UE.
Bye, bye! Boris Johnson renuncia como Ministro de Asuntos Exteriores… sí, todo por culpa del Brexit https://t.co/dLEI3ARzFD pic.twitter.com/cfUWLN4AGb
— Sopitas (@sopitas) 9 de julio de 2018
Theresa May en la Unión Europea
En noviembre pasado, la primera ministra se jugó el destino de Reino Unido ante los miembros de la Unión Europea, en una reunión donde se acordaron los puntos para la salida de este país.
Y a pesar de que Angela Merkel, canciller de Alemania, consideró que se trataba de un día histórico, Theresa May salió con un par de líos hasta con el Partido Conservador —del cual ella es líder—.
El problema aquí es que los grupos políticos de Reino Unido no tuvieron acceso al acuerdo, mientras May mantenía sus reservas hasta la votación en la Cámara de los Comunes.
Theresa May dances her way onto the stage for her big speech at #CPC18, as Abba’s Dancing Queen plays in the background 💃
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Sin embargo, en las negociaciones no hay espacio para los rodeos pues Gran Bretaña se juega su estabilidad económica y su posición geopolítica-económica ante el bloque europeo.
El acuerdo
“Este es el mejor acuerdo posible y el único posible”, declaró Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, tras el acuerdo de salida de Reino Unido con la UE (Unión Europea).
Peeeeero, aunque ambas partes buscan que la salida sea paulatina y NO cause estragos en la economía, las medidas de prevención y acuerdos han sido criticados en el lado norte de Europa. Por ejemplo, en el acuerdo se estipula que Reino Unido deberá pagar a la UE alrededor de 39 millones de libras.
The Brexit deal explained. #BackTheBrexitDeal pic.twitter.com/HvWdvqHRdo
— Theresa May (@theresa_may) 23 de noviembre de 2018
Y de parte de la UE, el bloque se compromete a mantener los derechos para los ciudadanos de Reino Unido que viven y trabajan en la eurozona.
Lo mismo aplicaría para los europeos que residen en Gran Bretaña. Sin embargo, la polémica ha dado unos cuantos golpes al poder de Theresa May, por el tema de la frontera en Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
El talón de Aquiles: Irlanda del Norte
Como recordamos la República de Irlanda e Irlanda del Norte —nación que forma parte de Reino Unido— tienen un historial de conflictos geopolíticos.
Pero en contexto del Brexit, se corre el riesgo de que se levante una frontera física en esta zona. ¿La razón? Irlanda del Norte deja de pertenecer a la unión aduanera y, en plena independencia, la República de Irlanda forma parte de la UE.
Y una de las soluciones que ha quedado en el aire es que Irlanda del Norte continúe siendo parte de la unión aduanera hasta que se llegue a un acuerdo en concreto o… levantar una frontera física entre estas naciones —que es la principal queja de los partidos de Reino Unido ante la posible vulneración de su territorio—.
En fin, estos son los puntos que han llevado a las negociaciones del Brexit al extremo y a Theresa May ante la situación de perder el poder político —pues supone que la salida definitiva llegará el 29 de marzo de 2019 con o sin acuerdo—.
**Foto de portada: Getty Images.