El reto, según EPN y compañía, se va superando; de acuerdo a críticos, falta mucho por hacer.
Pese a que durante su primer año de gestión, la violencia ha disminuido –según él y sus cifras-, EPN vive en estos momentos el que quizá sea el reto más importante de su administración: Michoacán.
En un artículo “Lawless Land”, a The Economist le valen gorro las cifras optimistas que el gobierno federal ha dado a conocer respecto a la disminución de la violencia en nuestro país; esto debido a que, pese a los bonitos número oficiales, en Michoacán se vive “una paz difícil” que se ve reflejada por el surgimiento de grupos de autodefensa desde hace más de un año:
“Dicen estar protegiendo a sus comunidades contra los Templarios. Otros sospechan que están más bien ligados al cártel rival, Jalisco Nueva Generación, que también ambiciona la Tierra Caliente sin ley de Michoacán, un estado atravesado por rutas de contrabando de drogas vinculados con el segundo mayor puerto de México, Lázaro Cárdenas.”
Aunque la situación en Michoacán se ve color de hormiga, el gobierno se ha hecho un poco de la vista gorda y –señala el rotativo- ha optado por una “posición ambigua” que no acaba de aclarar si se apoya o se rechaza el trabajo de estas guardias civiles; como ejemplo queda el caso Mireles, uno de los “autoproclamados” líderes de los grupos de autodefensas: “Cuando el señor Mireles todavía estaba en el hospital , Osorio admitió que había gozado de protección oficial , porque ha herido a los cárteles, en particular a los Templarios”.
Y pese a que otros líderes –señala The Economist– han confirmado el apoyo que reciben de las fuerzas federales, recientemente se han enviado tropas militares para desarmar a los grupos de autodefensa quo operan en la zona de Apatzingán, los cuales buscan proteger a la población del azote de los Caballeros Templarios.
Pero mientras se pone de acuerdo el gobierno federal en su posición respecto a las guardias civiles –todo parece que van contra-, los tienen que estar más en contacto son EPN y su secretario de Gobernación Osorio Chong, ya que, mientras que Enrique Peña Nieto asegura que la violencia y el crimen se han reducido desde que asumió el poder en diciembre de 2012, Miguel Ángel Osorio Chong aceptó que la violencia de los últimos meses en Michoacán no tenía precedentes y hasta ordenó a fuerzas federales tomar el control de la zona de Tierra Caliente
Recientemente, The Economist dio a conocer que el porcentaje de homicidios dolosos en nuestro país disminuyó de 2012 a 2013: de 21 mil 728 casos a “solo” 18 mil 143; los robos con violencia disminuyeron 4.5 % pero los delitos de alto impacto –como secuestros- aumentaron 20.4 %.
A final de cuentas, solo cifras.
