La previa de la Daytona 500 se tiño de rojo, ya que, por desgracia, en la última vuelta ocurrió una carambola, que provocó que el auto de Kyle Larson volara por los aires y aún peor, que el motor saliera despedido a las gradas, hiriendo a 28 personas.
De milagro, el coche completo alcanzó a quedarse detrás de la valla de seguridad, pero inevitablemente los neumáticos y el motor no se pudieron detener, por lo que de los 28 accidentados, 14 simplemente fueron atendidos por algunos rasguños, pero el resto tuvieron que ser trasladados al hospital para saber su situación.
Tener un lugar privilegiado no siempre es lo mejor
28 personas resultaron con lesiones importantes
Como dicen por ahí “Cuando te toca, aunque te quites” y desgraciadamente para tres personas este dicho aplicó, de tal forma que se encuentran en estado crítico, entre ellos se encuentra un niño y la vida de una persona que corre peligro, gracias a las múltiples lesiones sufridas por este accidente, chequen el momento del desastre:
A esas velocidades es imposible contener a un carro, los pilotos están entrenados para soportar y intentar evitar circunstancias como esa, pero a veces es imposible. Ojalá esto no se vuelva a repetir.