Queer o cuir. Desde la reflexión pero también del activismo. La resignificación de una palabra —inglesa y que se ha ido adaptando al español— ha sido la base para un movimiento que trasciende fronteras y conceptos construidos… desde un colonialismo que nos ha dicho por siglos qué es lo “normal”. E igual ha llegado a la religión mediante grupos que en la teología buscan un espacio para todas y todos, incluso en México.
Es bien seguro que te hayas topado con la palabra queer en conversaciones, películas, la tele o notas que hablan de las comunidades LGBT+ (Lésbica, Gay, Bisexual, Trans y en el universo del “+” podemos encontrarnos con una comunidad Intersexual, Asexual, la misma Queer y todavía más) y ahora al leer estas líneas te preguntes qué tiene que ver lo cuir con la religión.
Lejos de lo que pensamos, hay una relación entre el movimiento, la teoría queer y las religiones —al menos, en el trabajo de teólogos y teólogas que han visto en la resignificación de esta palabra, una oportunidad para releer un discurso basado en la igualdad desde la diversidad.
¿Qué relación hay entre la teología queer y las comunidades LGBT+? y, ¿por qué es importante saber esto si nuestro país es laico?
De la mano del doctor Ángel Méndez Montoya, académico del Departamento de Ciencias Religiosas de la Ibero CDMX, nos pusimos a buscar respuestas y encontramos esto.
¿Qué es lo queer?
“Todo lo que es extraño, todo aquello que sale de la norma y de la normatividad, es un término en inglés que significa raro, torcido, extraño pero que más bien se utilizó como una forma de agredir, humillar y descalificar a las personas de la diversidad sexual, la población LGBTIQ”.
Vía telefónica, Ángel Méndez nos recordó que hace muuuuuuchos años, queer era utilizada para insultar a las personas de las comunidades LGBT+ e incluso como referente de lo raro y perturbador.
En la década de los 70 del siglo pasado, en lo que conocemos como un movimiento laico, sexual y diverso —que incluso llegó a México, aunque su mayor expresión estuvo en Estados Unidos o Europa—, queer tomó impulso entre las comunidades, filósofos y filósofas que comenzaron a resignificar su concepto hasta como hoy lo conocemos:
Un sentido de orgullo contra cualquier clasificación de género, orientación e identidad, basado en la igualdad de derechos y pasando a ser una teoría y un movimiento.
La teología cuir
En ‘La Teoría Queer: la-deconstrucción de las sexualidades periféricas’ —un texto publicado en el SciELO y que puedes checar AQUÍ—, Carlos Fonseca y María Luisa Quintero señalan que esta teoría a veces topa con pared.
Y recuerdan al español Rafael Mérida, quien asegura que la teoría queer termina por destruir las identidades. Así que adecúa el movimiento hacia una “libertad pública de ser quien eres, cada día y en contra de la opresión”.
Dicho esto, regresemos a la teología. ¿Por qué desde las religiones se retoma la teoría queer, aún con rollos a perfeccionar o debates entre los mismos grupos de teóricos y teóricas?
Todo está en la teología de la liberación desarrollada en América Latina, en las décadas de los 60, 70 y 80, impulsada por grupos católicos y protestantes que veían como primordial la labor en pro de las comunidades vulnerables.
Y justo la teoría queer encajó con este objetivo. Así que desde la teología —la ciencia que aborda el conocimiento que tenemos de Dios y su esencia— la religión podía acercarse a su propósito más importante, al menos para este grupo.
De esta manera, “teólogos, teólogas y teólogues de diferentes lugares del mundo, sobre todo en los países del sur global, tomaron este término para hablar de este mecanismo de basurización de los cuerpos”, precisó el doctor Méndez.
Estos cuerpos ya no son sólo los que integran las comunidades LGBT+, sino aquellos que han sido vulnerados en nuestra historia como los y las migrantes, las personas adultas mayores, las personas discapacitadas, la comunidad afro, indígenas, las personas trans e incluso las mujeres.
Porque desde el punto de vista de la teología queer, tenemos a un Dios que incluye a todas y a todas, “que sale de sí, que sale del clóset para acuerparse con estos cuerpos que son rechazados, con toda la humanidad pero en especial, con aquellos más vulnerados”.
Es decir, la teología queer vuelve a la esencia del discurso mismo de Jesús —o lo que se sabe por las escrituras.
Además de que el doctor Ángel Méndez precisó que este Dios no sólo aplicaría o funcionaría para la religión católica, sino para todas las religiones, porque se trata de un entendimiento universal ligado al respeto y derribando los tabúes construidos y que han vulnerado los derechos humanos durante siglos.
“Todas las religiones deben darse cuenta, debemos descubrir dónde están esos tabúes que nos impiden ver al otro como un otro amado por Dios y dónde están esos mecanismos de colonialidad”.
La teología y las comunidades LGBT+
Aún cuando la teología queer regresa a la raíz del discurso de Jesús, esta idea resulta… revolucionaria, si tomamos en cuenta al Vaticano.
A inicios de marzo de este 2021, el Vaticano dijo que de plano no admitía el matrimonio igualitario y ante este pronunciamiento reaccionaron sacerdotes progresistas en Alemania —que han impulsado la participación de las mujeres en la Iglesia y están de acuerdo en bendecir los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Sin embargo, ¿es importante esta reacción? ¿Aún deben importar las acciones de la Iglesia Católica en medio de polémicas como los abusos cometidos por sacerdotes?
“Yo siento que esta respuesta de las iglesias en Alemania es una manera de recuperar este poder que tenemos del espíritu santo, este poder que todes tenemos de renombrarnos, bendecirnos y siempre ha habido este tipo de polémicas”.
El coordinador editorial de la Revista Iberoamericana de Teología (RIBET) consideró que desde siglos hay grupos dentro de la misma Iglesia que van a contracorriente de los dictámenes oficiales, que han vulnerado a distintas poblaciones, desde la colonia hasta la modernidad.
Y aquí lo que habría que destacar es que ese movimiento sirve —otra vez— para retomar los principios básicos de Jesús e incluso para encauzar a la Iglesia misma hacia la honestidad.
“Hay mucha hipocresía, deshonestidad en la Iglesia, porque un buen numero de sacerdotes, religiosos en la Iglesia son homosexuales y no lo reconocen y muchas veces los que más se pronuncian con estos discursos de odio y homofobia son las personas que están viviendo una homosexualidad reprimida”, citó Méndez al teólogo James Alison.
Queerizar a la misma teología y teoría en México
¿Qué hay de México?, ¿por qué es importante todo esto si somos un país laico?
En la composición del Estado y la educación, nuestro sistema es laico pero bien sabemos que las religiones tienen un buen peso en la sociedad y tomando en cuenta esto —además de que México sigue siendo un nación machista pese a los avances en inclusión—, vale la penar echarle un ojo a la teología queer, de acuerdo con el doctor Méndez.
Además de que queda pendiente queerizar, torcer y resignificar lo cuir en la vida pública y privada de México, en la misma teología que está construida a base de las experiencias en Europa y Estados Unidos, vale la pena que nuestro país la nutra con su experiencia, porque:
“Yo creo que la teología queer pone una mesa donde todes pueden caber, donde todes están invitades”, ya sean las comunidades LGBT+, las poblaciones vulnerables, periféricas y las mismas personas heteros, concluyó Ángel Méndez.