Por José Ignacio Lanzagorta García
Entre una y otra cita en su apretada agenda de campañas, la coordinadora de la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador, Tatiana Clouthier, me ofreció unos minutos para tomar un café y conversar. Por mi parte, no buscaba hacerle una entrevista convencional, ni tratar de manera específica los temas más inmediatos que están en la coyuntura más efímera de las campañas. Me interesaba, más bien, conocer la forma en la que Clouthier piensa en términos generales sobre algunos de los puntos que más me intrigan en este proceso electoral que, como en todos, hay mucho en juego. Me encontré con esa Tatiana que hemos visto en estas semanas: carismática, accesible, energética y, sobre todo, muy apasionada. De pronto me resultó inevitable dar por confirmado que estaba yo frente a uno de los más importantes alfiles y aciertos en la estrategia lopezobradorista.
Este intercambio está organizado en tres grandes bloques que propuse explorar en la conversación. Desde mi perspectiva, este proceso electoral ha presentado un desplazamiento en el espectro político mexicano: la derecha y la izquierda, el priismo y el antipriismo no significan lo mismo hoy que hace seis y que hace doce años. Esta idea, este posible desplazamiento, es el tema del primer bloque. Vinculado con esto y, aunque es un tema que llevamos algunos meses desbaratando y analizando, el segundo bloque lo dedicamos a hablar del pragmatismo electoral: las polémicas alianzas e incorporaciones al equipo de Morena. Finalmente, en el último bloque quise pedirle a Tatiana Clouthier que reflexionara sobre su propia presencia en este movimiento, sobre el papel que juega ahora y cómo imagina algunos escenarios. Sin más preámbulo comparto el desarrollo de esta conversación.
Lo que está en juego en esta elección
El primer tema que más que me interesa que veamos es, ¿cómo estás concibiendo tú esta elección en términos de izquierda-derecha?
Yo creo que los cruces que se hicieron entre los propios partidos no dan para hablar de izquierdas y derechas, ¿qué sí veo? Veo que la gran diferencia tendría que ver en que el hecho de que Andrés esté tan arriba obligó a todos a girar a donde Andrés giró y por eso tuvieron que meter, Anaya por ejemplo, esto de la entrega de la cantidad universal —no sé cómo le llaman— y que luego se reculó y dijo “siempre no, no me salen los números”. El hecho de que Andrés hable de paz ha movido a todos a hablar de paz.
Y creo que la gran diferencia, por así decirlo, estriba en la parte económica. Tienes al PAN y el PRI que te hablan de un modelo a seguir, el modelo neoliberal; modelo donde el salvajismo —el mercado— dicta qué se hace y qué no, y hay más pobres. Es un modelo cuestionado a nivel nacional e internacional y Andrés Manuel es el que propone algo diferente en este sentido. Yo digo que es una economía con rostro humano.
Él lo pone como una economía que a final de cuentas tiene una política industrial, que no había habido y esto lleva una diferencia a marcar sobre lo que se está proponiendo en un lado y en otro. Por otro lado, también, otra de las diferencias que veo tiene que ver si fortaleces o apoyas, como se hace en otros lados del mundo, reconociendo que tenemos un país diverso: un país que tiene lugares como el norte que ya está listo para correr y el sur que está gateando en algunos lugares y en otros camina; y en ese sentido, tienes que crear políticas sectores o por zona. Y en eso creo que Andrés ha planteado, por ejemplo, cómo apoyar el campo y lo presentan como que fuera la gran ofensa y se nos olvida que Estados Unidos, o Francia, es el mayor subsidiador del campo. Entonces, es cómo sí, cómo no y cómo no crear una situación perpetua para que se dé el desarrollo, cómo acompañas para que la gente no quiera salirse del campo y no irse a Estados Unidos por necesidad, sino por gusto. Y esto yo por eso la llamo una “economía con rostro humano”, una economía que no deja que el mercado haga lo que ha hecho hasta hoy y que ha sido cuestionado internacionalmente.
Oye, pero entonces tú dirías que la división entre izquierda y derecha que por lo menos fue importante hace 6 y hace 12 años, ¿quedó superada o se movió a otro lugar?
Creo que se movieron en varios matices, porque en la parte económica está esta diferencia muy marcada, fuera de ahí, yo creo que hay muchos estiras y aflojes en los dos grupos o en los tres. Bueno, el PRI ni siquiera lo voy a considerar, porque creo que el PRI es el que está mas parejo entre los grupos con los que armó equipo. Ahí son intereses muy claros, muy marcados. Todos se alinean a lo que dice el PRI y se acabó. Y, sí, es muy claro. En los otros sí te preguntas cómo convive, en la parte legislativa, un PRD con el PAN en temas muy cruciales. Igualmente lo podrías decir: Morena con el PES. Entonces creo que la diferencia estriba ahí.
A mí una cosa que me ha alucinado desde que empezó este proceso electoral es la sensación que se movieron las típicas cosas que nos atravesaban como sociedad, en términos electorales, y ese movimiento creo que no lo hemos terminado de digerir. Lo pregunto porque creo que nos cuesta trabajo entender qué es de derecha y qué es de izquierda ahorita. ¿Qué sería antes de todo esto? ¿Qué definición tenías tú de izquierda y de derecha? Porque entiendo que tú habías votado por AMLO en 2006 y en 2012, pero provienes de una tradición de derecha.
Te voy a decir, sí de derecha: mi padre fue presidente de Coparmex, fue presidente del CCE, fue presidente de esta cosa de hombres de negocios y era muy respetuoso de la libre empresa, pero te puedo decir lo que yo vi en mi casa y en sus empresas. En sus empresas, en la arrocera, había un médico ahí de planta y ahí venía la gente a consultar todos los años, como regla se hacía la repartición de utilidades, en Navidad nosotros servíamos a los empleados, porque mi papá decía que una empresa era una comunidad de vida y una comunidad de trabajo, y eso es social. Él decía: “yo tengo que agradecer porque todo lo que tengo, lo tengo por esta comunidad de vida y de trabajo”. Los hijos de los trabajadores, algunos, estudiaron en el Tec con nosotros y les daban para gastar más que nosotros en sus becas. Entonces, ¿cómo le llamas a eso? Yo te pregunto, ¿cuántos empresarios hoy en día hacen eso? Entonces, sí, mi papá era un defensor de la libre empresa pero era un empresario con rostro humano. También teníamos en el campo una trabajadora social, llevó kínderes, llevó la escuela, llevaba cine, salud. Entonces, si me explico, ¿es derecha o qué es?
Bueno, derecha porque es al margen del estado, es una decisión personal dar ese rostro humano…
Pero él buscó que las empresas caminaran hacia allá. Eso es lo que él buscaba. Entonces, te digo, yo crecí y sigo creyendo en la libertad individual, en la libertad colectiva, pero sigo pensando en la solidaridad y la subsidiaridad que son principios que Andrés maneja y que están presentes en el gobierno de Andrés. Y que los tuvo presentes en el gobierno del Distrito Federal.
Oye, y en términos de una elección como PRI y anti PRI, que es el otro gran tema que nos atraviesa como electorado, ¿cómo lo ves?
Bueno, es evidente.
¿Estamos en un elección PRI vs anti PRI?
PRIAN – anti PRIAN. Y tiene un poco de gente que todavía no logra ver que son lo mismo. Pero si tú ves, el PRI está topado. Lanza a su mejor candidato, que no su candidato, según dicen ellos porque no es priísta, pero está topado.
Pero entonces, ¿lo que representa López Obrador es una alternativa económica y anti PRIAN?
Es una alternativa en tres vertientes: guerra contra paz, neoliberalismo contra economía con rostro humano, tapaderas contra empezar a mover el tema de corrupción.
Pragmatismo y alianzas
Ahora, está el tema que tenemos desde diciembre, pero creo que vale la pena que sigamos dándole vueltas. En este movimiento en que la izquierda y la derecha se han difuminado y el que era de derecha se alió con la izquierda. Esa parte nos preocupa a muchísimos. Cuando entendíamos las elecciones como de izquierda versus derecha, sabíamos que la izquierda nos garantizaba un montón de cosas y, una de ellas, era la del laicismo del estado mexicano, un asunto que abanderó por décadas.
Pero aquí es bien claro: es juarista y qué más quieres que Juárez.
¿Juárez se habría aliado con el PES?
Ésoy yo. Te digo cómo lo planteo, cómo yo lo visualizo. Ya estaban todos aliados y con quien se fuera, iba a tener ventajas. Ésa es la visión pragmática.
¿Entonces le hacían el favor al PES?
No. Es hacerse un favor a uno mismo. A ver, ahí voy. Y por otro lado tienes tú una cosa: tú ya te uniste a mí, tú no pones las condiciones porque tú te uniste a mí. Las condiciones se terminan poniendo en dos vertientes. Una es las candidaturas y que, la verdad, sí somos prácticos, eso es lo que les interesa a los partidos. Los partidos quieren diputaciones porque esas son las que les cuentan y entonces ellos sabían que es un asunto de conveniencias. La otra vertiente es lo que tú registras como tu mínimo junto. Yo no sé qué es lo que ahí registraron el PES, PT y Morena como proyecto legislativo y ahí ves muy claro qué sí y en lo que no, ni siquiera está puesto ahí y ya votarán ahí ellos cada uno como quieran a la hora de… Y en el proyecto de gobierno, en términos de Presidencia de la República, está muy claro lo que es, ya estaba.
Aun con ese pragmatismo, se siente extraño.
¡Ah no! Es raro y es una transición. Ésta es una transición en la que te la estás jugando y tienes un péndulo de la A a la Z y el tema es cómo llegamos al medio entre esa A y Z. Y, claro, no es una elección común. Por eso te digo, ¿cuáles son los temas en los que estás eligiendo? Neoliberalismo o economía con rostro humano, guerra o paz, tapaderas en la corrupción o empezar a atenderla. Bueno, ésa es mi lectura.
Entiendo la lectura y por eso me gustaría profundizar un poquito más. La proyección que salió la semana pasada, de seguir las tendencias de las encuestas, es que el PES se convierte en la cuarta fuerza en el congreso y dices: “bueno, ya acordaron una agenda común”. Y siguen ellos teniendo una agenda basada en preceptos confesionales en la que no cabe todo ese proyecto al que se supone que se adhieren. ¿No es haberle dado garras a tu propio enemigo? ¿O es que en realidad no es tu enemigo?
Vuelvo a lo mismo. Yo no estuve en esa negociación. Yo no estuve ahí, ni nada. Pero te lo digo con números muy claros. Yo te digo cómo funciona el Congreso: el Congreso termina funcionando más en horizontal que en vertical. Eso obedece más a temas en común. Van a terminar a lo mejor votando más cosas juntos el PAN y el PES el día de mañana. Así es. Entonces, pus va.
Claro, pero el PES podría ser una fuerza crítica para apoyar al PAN en agendas que se supone que MORENA…
Bueno ahí se moverían juntos Movimiento Ciudadano, y el PRD, y el PT y Morena y muchos diputados sueltos. A ver, estamos votando dos cosas, la parte legislativa y la parte presidencial. En la parte presidencial yo no veo ninguna bronca. En la otra que el ciudadano decida a dónde le quiera dar y pa’ donde le des está igual, porque en las dos hay mezclas.
Entiendo. Pero es que viendo los casos latinoamericanos, el caso de Brasil que es el que suelen mencionar los defensores de esta alianza dicen: “es que Lula se alió también con grupos de la derecha para ganar” y, bueno, así les fue a él y a la presidenta Rousseff.
Sí. Es un riesgo. Sí. Y hablarlo ahorita, pues es muy complicado.
La pregunta al final es, ¿era un riesgo necesario? ¿Si no se alía con el PES no gana?
Vuelvo a lo mismo: estás hablando de votos. Y para ganar una elección lo que se necesitan son votos. Y tú ya tenías que se habían aliado el PRI con dos más, el PAN con dos más, y te quedaba uno solo. Y ese solo se podía ir a otro lado y te podía hacer una diferencia.
Sí, pero es que ese partido sólo son dos o tres puntos de electores que nos hicieron enojar a quién sabe cuántos otros puntos de electores que no estábamos en ningún partido. Como cálculo, suena raro.
Le preguntas a la persona inadecuada. Le preguntas a quien no tiene información sobre qué se hizo y cómo se hizo. Yo soy la coordinadora de campaña y no pertenezco a ninguno de los tres partidos. Yo te digo cómo veo la cosa y ya.
Bueno, ok. Dejemos de lado el tema del PES, coincidamos con la visión de los votos, pero y luego vemos el nombramiento de Manuel Espino de esta semana y dices: “¡ah! ¿También había necesidad?” Entonces la gran sospecha que tenemos es, en este desplazamiento de la izquierda y la derecha, si Andrés Manuel mismo no representa ahí una cercanía ideológica con esta derecha, incluso como presidente, olvídate de la agenda legislativa.
Oye, pérame, oyes a los empresarios, bueno a un grupo de empresarios, y te venden la idea de que no es así. Se me hace que analizamos demasiado. Yo, como he visto la vida política en estos últimos años, creo que esto son sumas y restas. Y el plan está muy claro, el plan ya dice qué es. El plan tiene un balance enorme entre lo social, entre el tema corrupción y el tema de apoyo a una política industrial. La política industrial es muy clara, porque no ha habido política industrial en los últimos años y lo has dejado a un mercado feroz y nos ha dado el resultado que nos ha dado. Si tú ves la política industrial es una política responsable, es una política social, en donde tienes un balance en donde apoyas para que se crezca en donde hay divisiones en el país, para que decidas dónde eres solidario y dónde eres subsidiario. Y eso no tiene que ver con derecha. Hay que conocer más el programa.
Bueno, en esta amplitud del péndulo de la A a la Z, donde ya no importa la derecha y la izquierda, de sumas y restas, ¿no estaríamos votando por un nuevo PRI?
Si no tuviéramos plan de gobierno te diría que sí. El plan de gobierno dice qué se vale y qué no se vale, qué sí y qué no. Y, si me dices “un nuevo PRI”, pos no están metiéndose a Morena. La gente está sumándose a un proyecto y a votar. La mayoría de la gente. Y otra vez: si nos vamos a cómo se ganan elecciones, en elecciones tú tienes un nicho de 17 a 20%, voy a ser generosa y vamos a pensar que 20%. Y se lo damos a todos: tres con 20 cada uno y te dan 60. Estás hablando de 40% de población de este país que cambia de voto dependiendo de las circunstancias, son los que cambian la balanza. Y votan por diferentes cosas. Y bueno, me voy a las gubernaturas: en Nuevo León hay gente que votó por un candidato a nivel diputación porque iba a promover la protección animal. Y la pregunta es: ¿ése es el tema principal en un país? No lo sé. Pero esto es. Hay gente en Estados Unidos que le dio el voto a Trump porque ofrecía la protección de la vida antes que nazcas, aunque te matan cuando vives, ¿verdad? Entonces, las mentes somos muy distintas. La sociedad ha cambiado demasiado. La sociedad tiene demasiada información y se ha apropiado de temas muy concretos y es capaz de darte un voto por un tema muy concreto, ¿no? Estamos en una realidad muy diferente a la que vivíamos antes.
Considerando esto como una transición…
Estamos en un socavón. Es una sacudida. Tenemos que llegar a piso parejo y ya luego vemos qué tipo de país queremos. Ahorita toca salir del socavón y para salir del socavón necesitamos que dejen de robar estos cabrones, necesitamos emparejar condiciones sociales para que quienes han estado más rezagados se puedan poner aquí y necesitamos ver qué vamos a hacer con este tema de la paz. Más menos es eso para mí llegar a ese piso parejo. Ya luego vemos qué tipo de país queremos.
Tatiana como coordinadora de campaña y Tatiana ante una eventual victoria
Eso me ayuda a abrir el último tema que es tu presencia en esta transición. Eres una figura distinta a lo que estamos viendo en Morena por el carisma, por la cercanía que tienes con grupos con los que normalmente no se lograba vincular bien López Obrador y su equipo convencional. Entonces, a veces me llama la atención que creo que la única persona que tiene el privilegio de la crítica pública en Morena eres tú. Frecuentemente has expresado en diferentes foros y momentos posiciones críticas que otros simpatizantes que, al momento que la expresan, reciben una especie de… “censura” es una palabra muy fuerte, pero digamos una condena.
Mira, lo primero es que Andrés ya me conocía, para bien y para mal, así que entonces él ya sabía qué conllevaba. Y la otra es que en este camino he tenido varias sorpresas. Muchas veces cuando tengo preguntas que me surgen con algo, que digo, “híjole, ¿y aquí cómo le hago?”, he acudido con Martí Batres. Y Martí Batres se ha vuelto como mi consultor, si lo puedo decir así. Me ha dado lecturas que me ha permitido entender mucho mejor el movimiento. Porque es un movimiento que se convierte en partido y que es distinto a que si hubiera sido al revés. Y ahí es cuando ves qué los amalgama y tienen muy claro qué quieren. ¿Qué quieren? Un crecimiento económico, respeto a libertades individuales y colectivas, quieren hacer crecer el país con austeridad y restando privilegios a la élite y acabar con la corrupción. Entonces, ¿quién cabe en esos cinco puntos? Pues muchos. Si lo tienen claro, todos los que se unen y qué esto es, pues está muy claro.
Y por otro lado, dentro del propio libro que ellos tienen como el pegamento de Morena —que no se llama así pero esto es lo que yo entiendo— es esta parte de librepensadores. Y a mí me impresiona porque a mí me tocó estar en grupos de la sociedad civil en los 90, finales de los 90, en derechos humanos. Me tocó ver la capacidad que tienen de sentarse a escucharse, dialogar. No sé si llegan a acuerdos y caminan, pero se escuchan y se escuchan y se escuchan. Y esto tiene que ver con eso.
Entonces, entiendo un poquito esta parte y que están buscando caminos para encontrarse en un punto medio. Me encantó una frase que me dijo Pedro Miguel —y que no sé quién la dijo, pero sí tiene un autor intelectual del pasado y no me quiero equivocar; no quiero peñanietarme—y dice: “n o te pregunto de dónde vienes, sino a dónde vamos y si vamos al mismo lado, caminemos juntos”. Y así es como lo veo. Y, aquí voy, muchos de este 40% de votantes no quieren un partido, ni se van a meter a un partido, coinciden contigo en unos momentos en un tema y en otros momentos con otro y en tres años coincidirán con otro y en otros años serán oposición. No te están dando un cheque en blanco y no lo pedimos.
El ámbito de la crítica que se permite en este movimiento tiene que estar acotada a ciertos espacios y ciertos momentos. En redes sociales no, por ejemplo. La crítica abierta o pública es la que no se ve. Vemos un bloque sumamente disciplinado de simpatizantes y a la única que vemos con actitud crítica es a ti. Pienso que, asumiendo que tengan la victoria el 1 de julio, esto te coloca a ti en una posición muy importante en términos de reconciliación.
Tiene que ver con esta parte: ¿qué nos tienen qué hacer? Tengo una amiga que el otro día fue a mi casa y me preguntaba todo el tiempo: “oye, ¿y Andrés Manuel está a favor del aborto?”. Y yo le decía: “y eso qué importa en un país donde se muere toda la gente; es una decisión personal; una cosa es la criminalización del aborto y otra es que no; ése no es el tema de este país en este momento, vamos a lo importante”. Pero hay gente que ve su esquina y entonces cómo hacer para que podamos coincidir como país. Y esos temas son la inseguridad, son la corrupción y son la pobreza. En lo demás pues peleémonos en lo cortito y vayamos y votemos de una manera en un lado y en otra de otro, pero en estos temas tenemos que encontrar un cómo sí.
Nos llaman “exquisitos” a muchos que estamos en la misma postura que yo, que está haciendo cosas que no nos gusta, que nos entusiasmaba más el Andrés Manuel de hace 6 y sobre todo el de hace 12…
No hubiera ganado.
Es que me parece que el desprestigio que logró el PRI en estos años es tan profundo que no necesitaba al PES, que no necesita a Manuel Espino, que no necesita “moderarse”. Al contrario, cuando lo escuché hablar en contra de…
De la “mafia en el poder”.
Exacto. Para un lado y para el otro, muchos dijimos: “mira, ya regresó”. Creo que esa es la conversación que muchos queríamos ver.
Bueno, hay muchas tesis que dicen que si está donde está ahorita es porque se ha centrado… Bueno, no lo sé. Al status quo le asusta… no, le das más herramientas para manejar los pensamientos de miedo con respecto al otro con este tipo de mensajes. Yo te digo que es el único que nos puede tender un piso. Pa’ mí estamos en el socavón y no ando con que si el otro, que te va a meter tecnología. El que va a meter tecnología, la va a meter, pero lo otro no te lo va a dar ninguno de los candidatos.
¿Cómo te ves a ti misma asumiendo que haya una victoria? ¿Te quedas trabajando en el movimiento?
Yo he sido toda mi vida una ciudadana de tiempo completo. Quitarme eso sería no existir y pues no voy a dejar de existir.
Así como dejaste el PAN en 2005, ¿qué tendría que pasar para que dejaras Morena?
Yo no estoy en Morena.
Bueno, que abandonaras este proyecto, el compromiso que tienes.
Es que mi compromiso se acaba el 1 (de julio), no sé el 2.
¿Habrá renovación de compromisos?
Para mí es muy claro, o sea, yo no vengo a quitarle el lugar a nadie, no vengo a ocupar nada. A mí me pidieron: “oye, nos ayudas con esto”, “claro”. Tengo un compromiso y yo lo tengo de esta manera: en mi vida yo ahorré política o cívicamente y estos son mis ahorros y los voy a poner aquí, a una inversión de alto riesgo.
¿Percibes que hay alguna embestida de lo que Andrés Manuel llama la “mafia en el poder” para evitar que gane?
¡Claaaaro! ¡Por favor! Más real de lo que te imaginas, más grande de lo que te imaginas. Y yo creo que ése ha sido mi gran descubrimiento. Yo pensaba: “híjole, Andrés, no” y se me hace que Andrés se queda corto al respecto.
Mi preocupación y me encantaría escuchar qué piensas al respecto es que pues esa mafia o como la queremos llamar, está evitando ser desplazada y esa embestida no va a terminar después del 1 de julio, ¿no?
Sí… y… híjole… también los conocemos, ¿no? Hay gente que está siempre del lado del poder. Eso es lo que visualizo yo. No lo sé.
Pero cuando vemos esas campañas de miedo con eso de que va a haber fuga de capitales y el fin del mundo…
Fíjate qué tontos son. Porque vamos a poner que entra el pánico y yo vendo gansitos en la esquina. Si la gente se empieza a apanicar, al final estás logrando que la gente no te compre gansitos. Entonces es un hara-kiri. Es como los narcos, pendejos, que hicieron toda esta guerra y pedían piso y se acabaron su piso, o sea, ya no había con qué pagarte tu piso. Esto es igual.
En el caso de que esas resistencia o embestidas ocurran después, yo personalmente pienso que tu papel podría ser muy importante dentro de la transición…
Bueno, yo creo que Alfonso (Romo) lo ha hecho muy bien.
Claro, aunque por eso pregunto, ¿qué podría pasar para que terminaras ese compromiso con Morena?
Mi vida ha sido tender puentes, desde chiquilla. Creo que mis padres me dieron una posibilidad enorme. Yo viví en una familia donde comíamos tres veces al día, teníamos facilidades, viajábamos, etc. Pero estudié en una escuela pública. Entonces yo iba y venía de un lado al otro. Trabajé en la administración pública con la gente más desprotegida y e iba y venía de un lado al otro. En donde trabajé como directora, es una prepa que atiende muchachos de escasos recursos. Mi vida ha sido eso, un regalo cultivado. Soy eso. No puedo quitarme lo que soy.
No estás en Morena para traer votos, como para traer legitimidad.
Te voy a platicar un secreto. Donde yo vivo en San Pedro Garza García es el lugar más rico per cápita y una de las discusiones que yo he tenido mucho es el de las empleadas domésticas. En San Pedro hay 3,000 empleadas domésticas y ponle choferes y todo lo demás y llegaríamos a 4,500. Si nosotros decidiéramos per se, pagarle el seguro a quien está ahí, automáticamente cambiamos la vida de 5,000 familias. Y la pregunta es qué tiene que pasar para que eso suceda, ¿lo tiene que obligar el Estado o lo tengo qué hacer yo? Una gran política pública municipal, les decía yo, es eso, simplemente decir “aquí todos van a tener seguro”. Y puede ser seguro médico, puede ser seguro directo, o IMSS, voluntario o no voluntario, pero tenemos que hacerlo.
Y me regreso al tema nacional, sobre esta mirada que tenemos que cambiar, la mirada de quién tiene con respecto a quién te provee un servicio. Yo les decía: “el pagarle a la empleada doméstica un seguro no es sólo un derecho, es una manera en la que nos relacionemos tú y yo diferente”. Porque como yo veo que ahorita lo viven es como: “ay, es que ya me dejó la muchacha y se fue y no sé qué” y como si tuvieras algo de derechos sobre ella. Y eso sucede en los negocios de otra manera. Entonces, si logramos cambiar eso, es la parte que empezamos a cambiar, que empezamos a transformar y creo que eso sólo lo puede hacer Andrés de los candidatos hoy en día.
Mucho de esto de la “mafia del poder” tiene que ver con la forma con la que miran a Andrés. Si Andrés fuera del norte lo mirarían diferente y se apellidara de otra manera y si hablara de otra manera. Entonces eso tiene que cambiar.
Es muy interesante que él mismo te haya elegido y muchos nos preguntamos si eso no habría sido muy mal visto en Morena. Y pues porque se ha abierto la puerta no solo a ti, sino a muchas figuras antagónicas…
Pero yo creo que ahí es donde debemos ser bien generosos con ellos. Yo te digo y te puedo platicar con esta parte de hacer las vocerías y eso: son grandes aliados. Yo te digo: yo le hablo a un Martí a las 10:00 de la noche para decirle que mañana tiene que estar en tal lugar porque alguien no resolvió lo que tenía que resolver y llega. Y en términos de gente muy cercana a Andrés, la secretaria, la de finanzas y tú ves cómo agradecen que esté yo trayendo un nicho que no traían. O sea, yo los veo agradecidos. Debe haber gente que diga: “esa pinche vieja qué hace aquí”, ¿verdad? Pero bueno, yo vengo de paso. Yo vengo a quedarme no en Morena, yo vengo a quedarme en México. Y en México es donde quiero que podamos convivir todos y que aprendamos de eso que ellos le dieron a la Ciudad de México y que yo lo quiero para todo México.
***
José Ignacio Lanzagorta es politólogo y antropólogo social.
Twitter: @jicito