Éste es el parque temático de la Tierra de Oz que desde hace tres décadas dejó de funcionar por culpa de un incendio que cobró la vida de un par de visitantes. El parque, ahora en ruinas, se encuentra olvidado en lo alto de un camino montañés de Carolina del Norte donde es ahora un edén para los vándalos y los fotógrafos nostálgicos.
Inaugurado en la loca década de los setenta, este parque atrajo 400,000 visitantes durante su primer verano; sin embargo, una tragedia le arrebató al parque toda esa popularidad que se había ganado, por lo que sus dueños tuvieron que cerrar el lugar diez años después de su inauguración.
Ahora, tanto las casas del Hombre de Hojalata y el Espantapájaros como el mentado camino amarillo, sufren del abandono y las inclemencias de un clima nevado que ha despellejado la pintura y desaparecido todo rastro de felicidad que el parque albergó durante sus momentos de gloria.
Ahora el parque es habitado por drogadictos y vándalos que se dejan acompañar por las espeluznantes figuras que abundan entre las zonas verdes del parque.
Dato Curioso: En 1970, Debbie Reynolds y su pequeña hija Carrie Fisher, la que siete años más tarde saltaría a la fama internacional como la bella princesa Leia Organa, visitaron el parque durante el verano de apertura.
Diseñado para narrar los puntos más importantes del argumento de “El Mago de Oz”, el parque incluyó diferentes locaciones; entre ellas, la granja de la familia de Dorothy, el Camino Amarillo y la Ciudad Esmeralda.
El incendió que acabó con el sueño de los creadores del parque inició en la Ciudad Esmeralda, para luego consumir parte del museo del parque donde se encontraban los vestidos que Judy Garland, la estrella de la película de 1939, usó durante la producción de la adaptación fílmica de “El Mago de Oz”.
Años después del incendio y la posterior clausura del parque, el recinto se volvió objeto de robos. Algunos de los actos delictivos más populares del parque fueron casas enteras que los vándalos robaron del lugar para, suponemos, vivir en ellas en algún lugar de Carolina del Norte.
No obstante el lamentable estado del parque, un grupo de voluntarios se ha ofrecido a restaurar el parque a su antigua gloria. Se cree que éste, con la contribución de los vecinos y las autoridades locales, reviva una vez más en los años próximos.
¿Les apasionan los parques abandonados? No duden en checar este centro de diversiones basado en la Biblia.