En uno de los ataques más violentos realizados en Pakistán en los últimos años en contra de extranjeros , hombres disfrazados de policías mataron a 10 turistas y a su guía, esto mientras realizaban una expedición en la novena montaña más alta del mundo, Nanga Parbat.
De acuerdo a fuentes oficiales, los turistas asesinados pretendían escalar la segunda montaña más alta de Pakistán, Nanga Parbat. Este hecho demuestra el creciente alcance de grupos islámicos, incluso en zonas por demás remotas, lo cual puede dar como resultado un daño a la industria turística de la región.
El atentado fue reivindicado por la organización radical sunita Yundullah, y se trata del primer atentado contra alpinistas en la región: “Ellos (los extranjeros) son infieles. Quieren dañar el islam y les vamos a atacar siempre que podamos”,
De igual forma Ehsanullah Ehsan portavoz de la organización que agrupa los talibanes, señaló que el ataque es una venganza por la muerte del vicejefe de los talibanes paquistaníes Wali ur Rehman a fines de mayo por un ataque con drones en la región de Waziristan Norte.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania informó que el grupo de turistas asesinados estaba conformado por cinco alpinistas ucranianos, tres chinos, un ruso y un nepalí. A través del ministro del Interior indio, Chaudry Nisar Ali Khan, se señaló que un turista chino logró ser rescatado del ataque, pero no se han ofrecido muchos detalles al respecto.
Mientras tanto, el gobierno de Pakistán condenó el ataque y recalcó la intención de su gobierno para garantizar máxima seguridad para los turistas.