Un Taco Bell en la ciudad de Oklahoma vivió unos minutos trágicos después de que un hombre iniciara un tiroteo por la ventana del restaurante. La razón es bastante ridícula. Al hambriento y violento criminal no le dieron suficiente salsa picante.
—”No quiero decir que está bien lo que hizo, pero lo entiendo” (C. Rock, 2012)—
Durante el atentado, todos los trabajadores de la cadena de comida mexicana —es un decir— tuvieron que esconderse en el baño para no salir heridos. No bastó con trabajar en el primer día del año, de encima arriesgaron el pellejo por un paquetito.
De acuerdo a Newsweek, la policía afirma que el sospechoso golpeo contra las ventanas del autoservicio antes de bajarse de su coche y disparar en repetidas ocasiones hacia el interior del restaurante. “Parece que hubo un tipo de confrontación con los empleados por el drive-thru. Un hombre se quejó de no tener suficiente salsa para sus tacos y estaba demasiado alterado”, explicaba aguantándose la risa Gary Knight, un policía de Oklahoma.
Oklahoma man opens fire at Taco Bell after staff forget his hot sauce https://t.co/E4FKQTG7rG pic.twitter.com/rcl5C3bvm1
— Newsweek (@Newsweek) 2 de enero de 2019
Los oficiales todavía están buscando al sospechoso y no han anunciado que estén cerca de agarrarlo. Sin embargo, en un comunicado de prensa, las autoridades de Oklahoma sí dijeron que estaban muy agradecidos de que el incidente no haya pasado a mayores pues no hubo ningún herido.