En varias ocasiones hemos escuchado de los riesgos de manejar pirotecnia —las explosiones que se han registrado en el mercado artesanal de Tultepec son un ejemplo, pues aún con los protocolos, un descuido significa poner en riesgo la vida de las personas. Lamentablemente, un caso relacionado con la pirotecnia cobró la vida de un hombre durante una procesión por el jueves de Corpus en Macuspana, Tabasco.
¿Qué sucedió? La tarde del 11 de junio, un grupo de personas salió a la calle en caravana por la procesión del señor de Tila en el municipio de Macuspana.
La caravana estaba integrada por varios vehículos —en un intento por respetar la Sana Distancia— y un triciclo lleno de pirotecnia, que era conducido por un sujeto y un menor de edad. Pero en el recorrido algo salió mal.
Accidente con pirotecnia en Macuspana, Tabasco
La procesión pasaba por la avenida Circunvalación cuando un sujeto a bordo de un triciclo intentó lanzar un cohete. Sin embargo, un chispazo encendió el resto de los cohetes y fue entonces que el triciclo explotó con el niño y el señor a bordo.
De acuerdo con los reportes de Protección Civil de Macuspana, el adulto mayor perdió una pierna y fue llevado de inmediato al hospital local. Lamentablemente, no logró sobrevivir.
En cuanto al menor de edad, él fue llevado al Hospital del Niño Rodolfo Nieto Padrón con lesiones por quemaduras de segundo y tercer grado. Aquí el video difundido por Protección Civil de Macuspana —imágenes sensibles.
En distintos estados del país se han publicado manuales para el manejo de la pirotecnia —y así evitar accidentes que cobren la vida de las personas, como sucedió en Macuspana, Tabasco.
El objetivo de estos manuales es cuidar de la seguridad tanto de las personas que manejan la pirotecnia como de los espectadores. Y entre las recomendaciones están estos puntos claves:
• No llevar productos explosivos en un vehículo.
• Las quemas deben ser en terrenos planos para asegurar la estabilidad del producto.
• La pirotecnia no debe ser manejada por niños.
• Y hay que mantenerse lo más lejos posible del fuego artificial, una vez que este haya sido encendido.