Aunque a veces no parece, los gringos sí están al pendiente de lo que pasa en México. Y ya que se han dado cuenta que la Cuarta Transformación ha cambiado la jugada, haciendo una cosa cuando en campaña prometió otra, mejor se aguantarán a ver cómo se resuelve el tema de la reforma laboral (harto debatido en las mesas de renegociación del TLC), antes de que se dé la firma del T-MEC.
“Salvo que hagan esto, no podemos ni siquiera considerarlo (firmar el T-MEC). Tenemos que ver la legislación, que tengan ordenados los factores para asegurar que sea implementada y que demuestren algún compromiso con respecto a la sinceridad. Es un tema importante cómo se trata a los trabajadores en México”, señaló Pelosi, de acuerdo con medios consultado por Forbes.
Nancy Pelosi, la mujer que tiene en sus manos el T-MEC – https://t.co/tTCcPxL0Wq
— InverMas (@InverMas) 4 de abril de 2019
Respecto a esto fue cuestionado el presidente Andrés Manuel López Obrador (buen momento, ya que coincidentemente hoy será analizada una reforma laboral por los diputados), quien señaló que él no tendrá injerencia en lo que se decida… nomás le pide a los legisladores que no lo hagan quedar mal con la banda estadounidenses y les recordó que desde el sexenio pasado se hicieron ciertos acuerdos que deben cumplirse.
“Nosotros hicimos el compromiso, al participar como observadores en las pláticas del tratado comercial, de apoyar lo que se pactó en todos sus términos. Esa es la postura que tenemos: apoyamos lo que se acordó en el Tratado de Libre Comercio”.
Pues no habrá presión… pero el que los legisladores gringos le den luz verde a Trump de ratificar el T-MEC depende de que este asunto entre en la agenda de Pelosi… y considerando que la susodicha ya indicó cuál es la condición, pues ustedes dirán. Pero bueno, si todo marcha como se planeó desde la era de EPN, la firma del nuevo tratado comercial se dará por ahí de mayo-junio de este año.
Recordemos que el T-MEC ya nomás está a un pasito de implementarse: fue acordado desde septiembre de 2018, tras un año de renegociaciones en las que el sector automotriz fue un punto clave.
1) Porque en nuestro carácter de observadores avalamos el que mejoren los salarios de los trabajadores de la industria automotriz y de la industria de autopartes (…)
2) Se aceptó nuestra propuesta de reducir al mínimo el capítulo de energéticos que originalmente era un capítulo amplio en el que se hablaba de una comunidad energética para América del Norte, esto, consideramos, no era conveniente para nuestro país (…) quedó a salvo la soberanía de nuestro país en materia energética.
3) Porque apostamos a la certidumbre de las inversiones de mediano y largo plazo”.