Ora sí que se armaron los cates políticos y seguro a alguien en Palacio Nacional le va a caer mal el aguacate, porque poco antes de la hora de la comida, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) invalidó la segunda parte del Plan B de la Reforma Electoral de AMLO.
Y tal vez algunos dirán, “bueno, se lee que es algo importante, pero qué implica”. Acá les platicamos con calmita —porque esta conversación sobre la invalidación del Plan B de AMLO va pa’ largo.
La Suprema Corte tumbó el Plan B de AMLO pero, ¿eso qué significa?
En marzo de este 2023, el Diario Oficial de la Federación (DOF) publicó la famosa Reforma Electoral de AMLO —que desató protestas en contra y opiniones a favor—, después de que en el Senado y la Cámara de Diputados la aprobaran en corto.
Se trataba de una versión alternativa al plan original —que Morena no pudo sacar en el Congreso por rollos de la mayoría calificada. Luego, llegó el Plan B de esta reforma que por un momento hizo que AMLO y la camada de la 4T sintieran que el proyecto para hacerle unos cambios a la estructura del sistema electoral ya estaba del otro lado.
Hasta que llegó la Suprema Corte. Analizó la primera parte del Plan B y la echó para atrás.
Luego, el ministro Javier Laynez tuvo en sus manos un proyecto para tumbar la segunda parte del Plan B de la Reforma Electoral. Y dicho y hecho.
Por mayoría de 9 votos la Suprema Corte echó para atrás el Plan B, argumentando irregularidades en el proceso de votación y su publicación en el DOF.
(Con respecto a las irregularidades, el proyecto del ministro argumentó que como los cambios a las leyes secundarias se aprobaron en corto y eran un montón, los legisladores y las legisladoras no tuvieron chance de reflexionarlo; sólo votarlo cual autómatas y eso dio pie a que, por ejemplo, el PT y el PVEM les metieran un gol con la polémica cláusula de la vida eterna, que más tarde fue desechada por el Senado).
A favor del proyecto del ministro Laynez —a quien ciertos personajes de la 4T confundieron con su majestad imperial Silverio— votaron: Juan Luis González Alcántara. Luis María Aguilar Morales. Norma Piña. Arturo Zaldívar. Jorge María Pardo. Margarita Ríos Farjat. Alberto Pérez Dayán. Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Y el mismo ministro Laynez.
¿Qué implica?
Que los cambios hechos en el Plan B de la Reforma Electoral de AMLO van pa’ atrás.
Y que ahora el presidente tendrá que aplicar el Plan C —con vistas a los resultados de las elecciones de 2024 y que apuesta a que la candidata o candidato de Morena que gane la Presidencia sí logre hacer los cambios en el sistema electoral. Eso sí, con “carro completo” o con mayoría en el Congreso para que la iniciativa pase sin tantos obstáculos.
Por lo pronto, lo contenido en el Plan B de la Reforma Electoral ya valió, desde los permisos para que funcionarios puedan hacer proselitismo por sus partidos hasta los asuntos de presupuesto y funciones del INE.