Y en la gustada sección “Ya ves, por pin”#$e acelerado”…
Hace unos días les dimos a conocer el video de un singular sujeto que, al ver que se le iba el avión, no tuvo empacho en brincarse unas cuantas normas de seguridad del aeropuerto de Barajas, en Madrid, España. ¿No saben de qué les hablamos? Bueno, para eso está la magia de la repetición:
Muchos aplaudieron la perseverancia del buen hombre, comentando que harían lo mismo, debido a lo caro que resulta en estos tiempos realizar un viaje en avión… bueno, quizás cambien su opinión, ya que al héroe del video le salió más caro el caldo que las albóndigas… además que se reveló que su esfuerzo fue a lo puro güey.
De acuerdo con El País, el hombre cruzó la puerta de embarque de forma correcta, presentando su pase de abordaje, sólo que al ver que el avión de la empresa Ryanair estaba ya haciendo maniobras de despegue, en friega salió por una de las puertas de emergencia, para luego proceder a saltar desde un puente de embarque… algo de aplaudir (sólo por el aguante físico) ya que, con todo y equipaje, logró echarse un brinco de cerca de tres metros de altura.
Como pudieron apreciar en el video, luego de caer a la pista, el sujeto (boliviano, por cierto) pidió aventón, corrió como loco y todo paró hasta que dos funcionarios del aeropuerto lo interceptaron, sólo para hacerle notar lo güey que está, ya que el avión que perseguía cual microbús no era el suyo. El SUYO, con destino a Gran Canaria, todavía estaba en la pista, con pasajeros aun abordando.
El individuo después regresó a la terminal y tomó su vuelo sin ninguna otra complicación… sin embargo, fue identificado por la Guardia Civil española, ya que el asunto generó la respectiva alerta, debido a la invasión de la pista.
En fin, aunque no fue detenido (por haber pasado legalmente los dispositivos de seguridad) el susodicho infringió las normas del aeropuerto, razón más que suficiente por las que podría ser sancionado por la Ley de Seguridad Aérea y tener que pagar una multa de hasta 45 mil euros…
Con ese dinero, mejor se hubiera ido en primera clase.
Al menos no le fue como a unos argelinos que hicieron algo similar, pero en el aeropuerto de Lisboa, lo cual les valió cuatro años de prisión (con pena suspendida), al ser culpados de atentados a la seguridad del transporte aéreo.
Por los hechos ocurridos el pasado 30 de julio, el aeropuerto Humberto Delgado fue obligado a cerrar por cerca de 30 minutos. Bueno, este caso estuvo más heavy: después de aterrizar en un vuelo procedente de Argel, los cuatro sujetos lograron evadir el control de acceso y llegar a la pista, donde fueron detenidos después de una breve persecución. “Prefiero morir en la pista que regresar a Argelia”, declaró uno de los detenidos.
Problemas económicos, persecución por preferencias sexuales, fueron algunas de las razones que ofrecieron los argelinos para optar por abandonar su país en busca del sueño europeo: conseguir un trabajo y, después, pedir formalmente su residencia.
