En los últimos años, el ejército estadounidense ha tenido recortes presupuestales y de personal, lo que implica que a menos gente le toca estar en combate. Sin embargo, esto no significa que haya menos estrés o depresión para los militares.
Este fenómeno se refleja en los números que presentó un reporte el Pentágono sobre los suicidios del 2012 entre los militares. Según la información, 346 soldados se quitaron la vida, es decir, aproximadamente uno por cada día del año… Una cifra que preocupa al Pentágono y al alto mando de las fuerzas armadas, pues además se estima que este año el número aumentará. El Secretario de Defensa, Leon Panetta y otros han llamado a este aumento de suicidios una epidemia.
Esta cifra rebasa a cualquiera desde el 2001, cuando el Pentágono comenzó a observar más atentamente la conducta de los militares que regresan de la zona de guerra. La cifra superó la del 2011, la cual fue de 301 y rebasó la estimación de este año de 325. La cifra más alta que se había visto hasta entonces fue la del 2009, cuando 310 soldados se quitaron la vida.
Todavía más alarmante es el hecho de que son más los militares que se suicidan que los que caen en combate, cifra que resultó en 295 muertos en Afganistán.
Los especialistas que atienden a los militares de regreso en su país aseguran que están haciendo todo lo posible para evitar que ocurran más suicidios.
Se cree que están ocurriendo por los recortes de personal, lo que provoca que los soldados regresen a su hogar. Esto puede ser un cambio muy radical para algunos, pues es ir de una vida en los cuarteles y el campo de batalla, a la vida en un hogar y con la familia. Es posible que el regreso a casa sea uno con demasiada incertidumbre para su futuro. Este cambio de vida, del cuartel al hogar, según un investigador militar de suicidios, puede causar que un soldado, quien tenía un rol fijo y necesario en el ambiente bélico, pierda su identidad. Si le agregan alcohol y drogas al problema, la situación se puede poner muy grave.
En otras entrevistas, militares aseguran que no se toman las medidas o el cuidado para los veteranos o soldados que se encuentran en casa. Han existido casos, como el de Shawna Nguyen. Su hermano Christopher de 29 años se suicidó durante un periodo de descanso. Pero Shawna declaró que Christopher ya había tenido episodios de “desorden de ajustamiento” y básicamente estaba rogando por ayuda. Desafortunadamente nadie hizo nada.
El Pentágono agregó al reporte que, a pesar del aumento de suicidios entre militares, no superan el promedio de los civiles. Según información del 2010, 25 de cada 100 mil hombres entre 17 y 60 se quitan la vida, mientras que el promedio de militares es de 17.5 por cada 100 mil.
Finalmente, de todos los suicidios, 65 por ciento fueron soldados que ya tenían un historial de depresión o algún otro problema psicológico. Además, agregaron que el perfil que más destacó entre los militares que fallecieron fue el de un blanco menor de 25 años sin mayor nivel académico al de preparatoria.
Los analistas estiman que la cifra va en aumento. Pero, como han asegurado los muchachos del ejército y el pentágono, harán todo lo que puedan por cuidar a sus veteranos y soldados en reposo.