Por acá les vamos a contar de algo que se ha estado cocinando desde hace tiempo, pero que hasta este 2022 ha sonado con más fuerza, poniendo en el centro al gobierno de CDMX y el PGOT (Programa General de Ordenamiento Territorial), cuyo objetivo es crear un plan —a largo plazo— de ordenamiento del territorio de esta gran ciudad, mediante la distribución de sus territorios (el uso de hectáreas) para conservación, urbano y rural.
Sin embargo, el mismo plan ha sido cuestionado por restarle alrededor de 30 mil hectáreas al territorio destinado para suelo de conservación y pasarlas al rural. ¿Por?
En esta nota le echamos un ojo a la propuesta que compartió el gobierno CDMX y que tiene que ser votada por las redes vecinales, sobre las que este plan impacta de manera directa con miras a 2035.
El PGOT en CDMX
El gobierno de CDMX —mediante el Instituto de Planeación Democrática y Prospectiva (IPDP)— propone un plan, o bueno, dos planes a largo plazo y cuyos resultados podrían verse en 2035 y 2040.
Se trata del Programa General de Ordenamiento Territorial (PGOT) y del Plan General de Desarrollo de la Ciudad de México 2020-2040.
Lo que sabemos gracias a la ponencia ‘Construir Ciudad. Proceso social en movimiento. A debate: Plan General de Desarrollo y Programa de Ordenamiento Territorial de la Ciudad de México’ (organizada en la UNAM) es que estas propuestas deben presentarse por ahí de enero de 2023, ya de manera formal y con las observaciones hechas por expertos, así como las consultas vecinales.
Es decir, no estamos hablando de algo definitivo.
En el caso del PGOT se trata del primer plan a largo plazo para el ordenamiento del territorio de CDMX —qué zonas son consideradas de conservación o de uso urbano. Y entre otras cosas, suma el suelo rural como un elemento “indispensable” para este ordenamiento, además de los ya existentes que son los suelos urbano y de conservación.
Y sí, acá es donde viene una de las tantas discusiones y cuestionamientos hacia el PGOT. En este caso se trata del paso de 29, 393.41 hectáreas del suelo de conservación al rural.
Uso de suelo de conservación, urbano y rural
Va de nuevo: el territorio en CDMX se divide de acuerdo a los usos de suelo y las actividades que la gente ha desarrollado.
Partiendo de esta idea, en Ciudad de México son reconocidas las áreas de desarrollo urbano y las de conservación ecológica o lo que hoy conocemos como suelo de conservación.
Y como lo dicen sus nombres, la primera está concentrada sobre todo lo que es propio de la urbanización, además de que cada una de las alcaldías administra el uso de ese territorio —con el tipo de construcciones a desarrollar.
Ahora, vámonos con el suelo de conservación. De acuerdo con la misma propuesta del PGOT, CDMX tiene en total una extensión de 149, 429.75 de la cual, 86,774.75 son hectáreas de suelo de conservación —alrededor del 59% del territorio chilango.
El suelo urbano está compuesto por 62,655.00. Y hasta aquí está todo ok. Pero revisando el cuadro de la distribución del uso de los suelos con miras hacia 2035, encontramos la aparición del suelo rural, con 29,393.41 hectáreas.
Es decir, el gobierno de CDMX propone una redistribución del uso de los suelos, repartiendo hectáreas al suelo rural y a la par, aumentando en 3,094.73 el suelo urbano.
El suelo rural
En el PGOT a sustituir ya está considerada la zona rural como aquella donde se pueden realizar actividades de turismo ecológico y agrícolas, todo en la medida en que no dañen el ecosistema. Es decir, el medio ambiente es prioridad.
Sin embargo, el ecólogo e investigador del Instituto de Biología de la UNAM Luis Zambrano explica en ‘Discutiendo el uso de suelo en la CDMX. Otra vez‘ —publicado en Este País— que el objetivo primario de esta nueva propuesta es más bien económico.
¿Y eso? El mismo gobierno de CDMX lo explica también en su propuesta. Con esta clasificación, argumenta, se podrá regular la expansión de los asentamientos humanos informales en zonas de conservación, áreas naturales protegidas y áreas con valor ambiental
Es decir, CDMX termina por reconocer estos asentamientos y con su plan, el objetivo es restaurar la zona, además de evitar su propagación y expansión —al menos, sólo de los que resulten elegibles, mientras que otros tendrían que ser reubicados.
Ya en la línea del espacio rural, el gobierno de CDMX propone el desarrollo de servicios básicos y programas en aquellos asentamientos con mayor concentración poblacional —disminuyendo la huella ecológica.
Las encuestas
Como les platicamos, las redes de vecinos donde impacta más este plan tienen que dar su opinión.
Y este fin de semana se llevaron a cabo las consultas, pero en Milpa Alta y Xochimilco —donde también surgió una protesta por el derecho al agua que fue duramente reprimida por la policía, ACÁ les dejamos más contexto— se cancelaron.
En este contexto, no sólo las comunidades impactadas, que en su mayoría se ubican en la zona sur de CDMX, han exigido al gobierno de Claudia Sheinbaum, —que ha salido a negar que su plan trate de privatizar los suelos, aunque el cuestionamiento va en torno a qué onda con la disminución del porcentaje del suelo de conservación—, una campaña de información y vinculación con la ciudadanía, porque de este plan depende el futuro de Ciudad de México.
(Si ustedes checan el cuadrito de arriba, si este plan se lleva a cabo, para 2035 el territorio de uso de suelo en CDMX se repartiría en:
Conservación: 69,945.95. Urbano: 65,749.73. Y rural: 13,734.07).
Si quieren revisar el PGOT, ACÁ les dejamos el enlace.
