En estos últimos días, las instituciones financieras en México —y todos los que tenemos cuentas ahí— entraron en jaque cuando se confirmó que un grupo de ciberdelincuentes atacaron el sistema bancario. Al momento, se calcula que el golpe fue de 820 millones de pesos y por si no fuera suficiente, se llevaron al traste el Sistema de Pagos Electrónicos (SPEI), las aplicaciones de los bancos y hasta las nóminas de algunos trabajadores que sin deberla ni temerla tuvieron que alargar la quincena un día más.
Según la información oficial, este grupo de hackers utilizó las fallas en SPEI de las últimas semanas para crear transferencias “fantasma” a cuentas falsas. Luego, una vez que ya tenían el dinero en esas cuentas, acudían a las ventanillas y lo retiraban en efectivo.
De acuerdo al Banco de México, el problema ya está “identificado, contenido y mitigado”. Además, han asegurado una y otra vez que no hay afectaciones a los clientes. Según el banco central del país “no hay indicios de que se hayan visto afectados los recursos de los clientes en ninguna de las instituciones participantes en el SPEI”, o sea, nada más bailaron a las instituciones financieras pero a ningún usuario.
Banco de México confirma un hackeo que no ha sido eliminado y del cual no se conoce el origen ni la dimensión… 🤦🏻♂️ https://t.co/gQawWlnjPR pic.twitter.com/6eYP3BNtAr
— Sopitas (@sopitas) 15 de mayo de 2018
¿Qué están haciendo para controlarlo?
Actualmente, el Banco de México creó varias regulaciones nuevas para eliminar los riesgos de que este ciberataque les siga pegando; entre ellas, está el sistema alterno de SPEI que aunque es más seguro ha hecho que las transferencias sean más lentas.
En estas fechas, los bancos tienen más tiempo para validar las transferencias y asegurarse de que sean correctas. Además, todos los bancos ya tienen un día extra para entregar en efectivo o en cheque de caja todo el dinero que venga de traspaso, si los montos superan los 50 mil pesos.
Y yo, ¿qué puedo hacer?
Si bien las autoridades insisten que no hubo clientes afectados, nunca es mal momento para tomar con seriedad la seguridad digital de tus cuentas de banco. Con eso en mente, acá hay varios consejos que serán de mucha ayuda si nada más no te sientes en confianza.
Después de realizar cualquier operación en línea, tendrás un comprobante con los datos de la transacción. En este apartado, vas a encontrar todos los datos de lo que acabas de hacer: el beneficiario, el número de cuenta, la institución bancaria, el monto, la cuenta CLABE y hasta el nombre completo. También, tendrá el número de referencia o autorización de la transferencia.
Banxico admite ciberataque y pone nuevos ‘candados’ de protección. https://t.co/UR8ftO8Cfz pic.twitter.com/P7YYfjtPLh
— El Financiero (@ElFinanciero_Mx) 15 de mayo de 2018
Teniendo este número, podrás entrar a una página de Banxico (AQUÍ) que te dejará localizar la operación y revisar su estatus. Si todos los datos están correctos, podrás dormir con calma; si están equivocados podrás realizar las reclamaciones que se necesitan. Muchas veces, acostumbramos tirar a la basura todos los recibos que nos dan y si fue en línea, borrar el correo. En estos momentos, y siempre que trates con tus operaciones bancarias, es importante conservarlos. No importa si la operación fue en la ventanilla o vía electrónica, estos recibos re servirán para cualquier aclaración.
Otras cosas que puedes hacer es activar las alertas de tu cuenta bancaria. Así, tendrás control de tus actividades vía correo, SMS o en alertas directamente en tu celular. También, es recomendable revisar al menos una vez a la semana tu estado de cuenta.
Además, es recomendable nunca usar redes de Wi-Fi públicas para tus operaciones bancarias. Aunque estas redes son más accesibles —y gratis— no puedes confiar en su seguridad. Lo más recomendable es esperar a hacer cualquier transacción hasta que llegues a tu casa o estés en una red privada.
Recomiendan también desactivar el acceso automático a tus cuentas de banco desde tu computadora o celular. Así, aunque sea más tardado, tendrás la certeza de que tus equipos y tus cuentas están separadas. Aprovechando, revisa que la página de tu banco esté encriptada y que empiece con ‘https’ en la esquina izquierda superior de tu navegador. Seguramente tu banco ya funciona así, pero no vaya a ser que le des toda tu información a una página falsa nada más porque tuviste un dedazo.
Fuera de eso, tu actividad bancaria será segura si cambias regularmente tus contraseñas por algo que sí funcione—olvídate de poner tu fecha de nacimiento— y si te mantienes alejado de cualquier príncipe nigeriano que te esté ofreciendo un negociazo.