Ahora sí, hablemos de cine. El día de ayer fue la inauguración oficial, con premios y agradecimientos en el Auditorio Telmex. Pero esta ceremonia fue el cierre de un largo día que nos permitió conocer a algunas personalidades de la industria del cine y, sobre todo, hacer lo que vinimos a hacer aquí: ver cine.

Nuestro segundo día (aquí pueden ver cómo nos fue en el primero) comenzó en el Hilton, donde se permitió el espacio de varios cineastas que se encuentran en las últimas etapas de sus producciones. Ahí conocimos a un par de personajes e incluso pudimos ver una película de origen argentino titulada… Bueno, nos pidieron que no dijéramos mucho, así que nos limitaremos a decir que se titula Hijos nuestros, dirigida por Juan Ignacio Fernández Gebauer y Nicolás Suárez. Es una crítica al fanatismo del futbol, equiparable a un fanatismo religioso, y cómo la vida de una persona se puede quedar en sus tempranos días, cuando podía jugar futbol y dejar de vivir en el presente (cuando ya no puede jugar). También les podemos decir que es un título que esperamos encontrar pronto en México.

Georgina Baisch, productora de Hijos nuestros

 

Esta película, así como Almacenados, dirigida por Jack Zagha Kababie y producida por Yossy Zagha Kababie, recibieron el “Premio Guadalajara Construye”, el cual consiste en un incentivo para que cada una de éstas pueda concluir los últimos arreglos de su cinta.

Yossy (izquierda) y Jack (derecha) Zagha Kababie

 

Venecia fue nuestro siguiente objetivo. Esta película dirigida por Kiki Álvarez nos lleva a una estética cubana, donde tres mujeres saldrán sin ninguna expectativa a pasar una noche llena de encuentros y reflexiones. Ahora bien, al terminar la función pudimos platicar con José Carlos Avellar, un crítico de cine brasileiro de una larga carrera en la industria (como crítico), quien, a lado de Michael Kuna (miembro del jurado del festival que dijo dos cosas: “el crítico ve mucho cine” y “no puedo hablar contigo”), nos platicó de cómo uno puede integrarse al mundo de la crítica cinematográfia –ojo los que aspiran a ésto–: la mejor manera de entrar al mundo de la crítica y de ahí poder convertirse en miembro del jurado de algún festival es a través de la FIPRESCI, pero para lograr eso primero sería más sencillo formar una asociación mexicana de críticos, la cual, desafortunadamente no hay. A través de la asociación, el reconocimiento de la FIPRESCI es más sencillo.

Kiki Álvarez y el fotógrafo de Venecia, Nicolás Ordoñez

 

José Carlos Avellar se despidió tras presentarnos a André Ristum, un cineasta brasileño, que junto a Luiz Fernando Emediato, realizaron Al otro lado del paraíso, una película autobiográfica de Emediato, que retrata las aspiraciones de un padre para subir socialmente en la recién creada capital, Brasilia, al mismo tiempo que es narrada a través de los ojos y voz de su hijo de 12 años. Pudimos hacer una entrevista sobre las adaptaciones cinematográficas de los libros con estos dos personajes; ésto es lo que nos respondieron:

Tras la hora de la comida llegamos a El patrón, anatomía de un crimen. Esta película no resultó del agrado de Nelson Carro (legendario subdirector de programación en la Cineteca Nacional), sin embargo a nosotros sí. Esta ópera prima de ficción de Sebastián Schindel nos narra la oscura y triste historia de un hombre pobre y malpagado que es llevado al límite. La razón por la que nos agradó, entre otras razones, es: la historia, basada en hechos reales, que nos muestra la importancia de preservar la humanidad de un hombre ante el sistema jurídico y no convertirlo en un simple criminal frente al expediente de un funcionario. Truman Capote así lo hizo (a otro nivel) con su novela A sangre fría.

Sebastián Schindel, director de El patrón, anatomía de un crimen

 

Al concluir esa cinta llegamos al cierre de nuestro día y la elegantísima inauguración del festival en el Auditorio Telmex. Ahora, esta inauguración fue distinta a lo que hemos visto en las inauguraciones de otros festivales de cine (todavía no sabemos qué pensar).

Roberto Fiesco y Mónica Duarte fueron los conductores de esta gala, donde, entre burlas por la sobrepronunciación y lamentables chistes de Duarte, presentaron el Mayahuel de Plata a Jaime Humberto Hermosillo por su distinguido papel en el cine mexicano y el festival tapatío. Como él, la siempre querida Isela Vega recibió su premio y cerró la entrega de reconocimientos con un discurso del cual nos quedamos con lo siguiente: “El cine es tan completo que, pues, cómo no amarlo”.

Así, la enorme celebración continuó con un concierto de la banda mexicana Radaid. Su presentación concluyó y vino la desilusión de no contar con Bernardo Bertolucci (por problemas de salud) entre los asistentes, pues su última película, Io e te, marcaría el inicio oficial del festival.

Io e te, o “Tú y yo”, es la historia de un adolescente que se esconde durante una semana en el sótano de su edificio. Ahí, luego de la sorpresiva llegada de su hermana, entablará una relación con ella, quien le hará ver, en medio de la constante ausencia de sus padres, quién es verdaderamente su familia. Finalmente el niño tendrá razones para no querer estar solo otra vez.

Hasta aquí nos despedimos hoy. Sigan al pendiente que mañana les contaremos qué tal estuvo el tercer día del 30 Festival Internacional de Cine de Guadalajara.

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