En 2015 Proceso reveló que un soldado de la Sedena estaba infiltrado en la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa y que era uno de los 43 muchachos desaparecidos entre el 26 y 27 de septiembre de 2014. Hoy está información quedó más que confirmada, con el extra de que el Ejército no hizo nada para proteger y buscar a su compañero Julio César López Patolzin.
El jueves 18 de agosto, el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Segob Alejandro Encinas dio un informe sobre la investigación de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Ahí, el funcionario de la Secretaría de Gobernación (Segob) concluyó que no hay indicios de que los 43 estudiantes estén vivos. Que fue un crimen de Estado. Que las autoridades se han acercado a Tomás Zerón, quien llevó la investigación de Ayotzinapa y ahora es un prófugo en Israel.
Y confirmó a un soldado entre los jóvenes desaparecidos.
El soldado infiltrado y desaparecido en Ayotzinapa
“Se confirma que los mandos militares de la región no realizaron acciones para la protección y búsqueda del soldado Julio César López Patolzin”.
Esto es lo que aparece en el reporte de Alejandro Encinas —y elaborado por la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia en el caso Ayotzinapa.
De acuerdo con este reporte, el soldado López Patolzin realizaba tareas de información para el Ejército.
Sí, desde la escuela normal rural, Julio César López se encargaba de pasarle info a la Sedena sobre todo lo que sucedía en las asambleas y movilizaciones.
De hecho, justo estaba pasando información sobre la movilización de los estudiantes para la marcha del 2 de octubre, en la que la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos era la encargada de buscar los camiones que llevarían a los estudiantes de distintas escuelas a CDMX.
Alejandro Encinas explicó que el soldado estaba bajo el mando del teniente de Infantería del 27 Batallón Marcos Macía Barbosa.
La desaparición
“Su último reporte fue al filo de las 10 de la mañana de ese día y desapareció, junto con los otros estudiantes”, agregó Encinas.
Todo esto sucedió sin que los superiores del soldado en Sedena aplicaran el protocolo de búsqueda y para garantizar su seguridad —el protocolo para militares desaparecidos.
Alejandro Encinas explicó que si este protocolo se hubiera aplicado, las autoridades hubieran tenido oportunidad no sólo de proteger al soldado sino a todos los estudiantes.
En 2015, cuando Proceso reveló esta información, leímos que la Secretaría de Defensa Nacional lo mantenía como “confidencial” porque si se hacía pública podía representar un riesgo para la familia del soldado López.
(Poco después Proceso entrevistó a su papá, quien señaló que Julio César entró a la Normal tras haber desertado del Ejército, pidiendo que no culparan al joven del caso.
“No se vale que la estén agarrando contra mi hijo sólo porque fue militar y digan que es infiltrado”).
Aún así, la PGR —hoy FGR— a cargo de Jesús Murillo Karam no indagó tanto —,en medio de las preguntas sobre qué hacía un soldado infiltrado en una escuela pública y las dudas sobre los operativos de Sedena dentro de las normales rurales como Ayotzinapa.