Recientemente, científicos de la Facultad de Geociencias de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, descubrieron probablemente la fuente natural con las mayores concentraciones de dióxido de carbono (CO2) jamás registrada. Se trata de grietas en el fondo del océano, vinculadas a un volcán cercano, que se encuentran en la Isla Verde, en Filipinas.
Las concentraciones registradas de CO2 en esta zona van hasta 95 mil partes por millón, lo que significa 200 veces la concentración de dióxido de carbono encontrada en la atmósfera de la Tierra.
A pesar de que los niveles de este gas disminuyen rápidamente en cuando se diluye en el océano, aún se registra un ambiente elevado en CO2 a lo largo de la costa de la península de Calumpan. Los niveles están en un rango de 400 a 600 partes por millón.
El profesor Bayani Cárdenas, de la Universidad de Texas, llamó a esta región “Soda Springs” por el agua burbujeante.
¿Y esto como para qué o que?
Cárdenas explicó que los altos niveles del gas podrían hacer de este lugar el ideal para estudiar cómo los arrecifes de coral pueden hacer frente al cambio climático.
Además de estudiar como los corales y la vida marina en general están creando un hogar en estas condiciones. “La vida sigue prosperando allí, pero quizás no del tipo al que estamos acostumbrados. Necesitan ser estudiados”, aseguró.
El descubrimiento de Soda Springs sucedió mientras el científico investigaba si las aguas subterráneas de la tierra cercana podían descargarse en el medio submarino, fenómeno que normalmente es ignorado al observar el ciclo del agua.
Pero no fue el único descubrimiento. Se encontraron puntos calientes en el fondo del mar donde las aguas subterráneas se descargaban al mar, lo que es significativo ya que significa que hay una vía para que los contaminantes de la isla lleguen al sistema de arrecifes.
