Dos sobrinos de Cilia Flores, esposa del presidente Nicolás Maduro, admitieron estar involucrados con narcotraficantes mexicanos.
Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, fueron detenidos en noviembre de 2015 por la policía haitiana y agentes de la Agencia para el Control de Drogas, cuando intentaron transportar 800 kilos de cocaína a Estados Unidos.
Tras la detención, los familiares de la esposa de Maduro fueron trasladados a Nueva York para enfrentar cargos por asociación delictuosa, conspiración y complicidad para violar la ley de narcóticos.
La acusación ha destapado los nexos que los sobrinos de Maduro tienen con narcotraficantes mexicanos, a los que se ha evitado identificar.
El fiscal del Distrito Sur de Nueva York, señaló que existen videos, fotografías y declaraciones que muestran la culpabilidad de los implicados.
De acuerdo con el testimonio inicial de Efraín Campo Flores, la distribución de la droga en Estados Unidos estaría a cargo de un hombre apodado ‘El Mexicano’, quien sería el encargado de llevar las drogas a México y luego a varias ciudades del otro lado de la frontera.
El fiscal reveló también que durante el viaje de Haití a Nueva York, el agente de la DEA le preguntó a Campo Flores si sabía de dónde provenía la droga inicialmente, a lo que el venezolano contestó que la cocaína era producida por la guerrilla colombiana de las FARC.
La detención fue duramente criticada por el Gobierno de Maduro y sucedió en un momento de importantes investigaciones del gobierno norteamericano sobre el supuesto papel de altos cargos venezolanos en el tráfico de cocaína, tal es el caso de la acusación que se ha hecho a importantes actores del régimen chavista como el diputado Diosdado Cabello, a quien se acusa de tener supuestos nexos con el narcotráfico internacional.
Por su parte la esposa del presidente Maduro y otros actores del gobierno venezolano han rechazado las acusaciones en contra de los detenidos, y los han defendido asegurando que fueron engañados, pues señalan que los sobrinos de Cilia Flores creyeron que se trataba de un secuestro y no una detención de la DEA.
El juicio a los dos familiares de Maduro, que están detenidos sin fianza, se iniciará en noviembre. Ambos se han declarado no culpables y su defensa pide que no se tenga en cuenta su testimonio hecho a los agentes de la DEA porque no entendían sus derechos, bajo la ley estadounidense, de permanecer en silencio.
